Esta Oficina de No discriminación y Delitos de Odio pretende ser una ventanilla única para ayudar a la ciudadanía a interponer quejas y reclamaciones relacionadas con este ámbito. Los funcionarios municipales que trabajen allí investigarán cada caso y orientarán a las víctimas. Además se habilitará un espacio para de información y formación en derechos humanos y acciones antidiscriminatorias, donde también se asesorará a personas o entidades que trabajen en este campo. Igualmente está previsto hacer labores de mediación extrajudicial.
Será, además, el primer local municipal en el que la remodelación se hará de acuerdo con criterios de perspectiva de género, según explico el día de la presentación del proyecto la concejala de Igualdad, Lucía Beamud. En este sentido, la ONDIS contará con un espacio adaptado para la lactancia materna, que también podrá ser usado como zona de juegos infantiles. Además, está previsto que los puntos de atención sean cómodos a íntimos, protegidos de las miradas y los oídos de las otras personas que puedan estar en ese momento en el local.
La planta baja donde su ubicará este nuevo recurso dispone de 71 metros cuadrados de superficie construida y será reformada de manera integral. El plazo de ejecución de las obras previsto en la licitación es de seis meses.
Esta oficina sustituirá a la que el Ayuntamiento puso en marcha en 2017 en colaboración con Movimiento contra la Intolerancia. El convenio con esta entidad terminó en 2019 y el gobierno local no lo renovó con el fin de impulsar un recurso íntegramente municipal. Esa decisión le valió las críticas de la citada organización, que cree que la nueva oficina estará limitada ya que "nace dependiente de una institución" lo que "limitaría la actuación” ante los posibles delitos racistas o sexistas que afecten al propio Consistorio, según dijo en su día el responsable de la ONG en València, Esteban Ibarra.