recuperación de patrimonio

Arrancan las obras para completar la rehabilitación de la Alquería de Félix

El Ayuntamiento de València destinará a museo histórico este edificio del Parque de Marxalenes

Nacho Reig

València | 14.09.2021 13:23

El Ayuntamiento de València ha iniciado las obras para completar la rehabilitación de la Alquería de Félix, situada en el Parque de Marxalenes. La intención del consistorio es musealizar y abrir al público este edificio, que está ligado a la historia de la producción de la seda.

El Ayuntamiento construyó hace varios años junto a la alquería un edificio de nueva planta que alberga un aula de la naturaleza. En 2003 se realizó una primera rehabilitación de la parte histórica de este conjunto y se planteó un proyecto de musealización que nunca se llegó a ejecutar. Ahora, según ha explicado la concejala de juventud Maite Ibáñez, esa intervención se completará con el fin de dejar la alquería lista para abrirla al público

La concejala señalado que el inmueble “se encuentra en un buen estado de conservación, pero requiere una actuación para reparar humedades en muros y carpinterías", y ha detallado que “las obras se llevarán a cabo en un mes y permitirán reforzar el sistema de desecado de muros con sistemas especializados". Mediante estos trabajos se garantizará la conservación del inmueble y a continuación, ha explicado Ibáñez “pondremos en marcha un proyecto de exposición permanente que dará a conocer la historia de la alquería, sus aposentos y los cambios que ha registrado a lo largo del tiempo, así como la sociedad de la época, la huerta, las actividades agrícolas, el valor del patrimonio rural, etc”.

Criadero de gusanos de seda

La Alquería de Félix es originaria del siglo XVI. Se trata de una vivienda de labradores, cuyo piso superior se convirtió en un secadero de hojas de tabaco y criadero de gusanos de seda. Allí se conservan todavía hoy en día las andanas sederas o “llits de cucs” de principios del siglo XIX. Estas andanas se relacionan con la industria de la seda que se desarrolló en multitud de alquerías de L’Horta, fundamentalmente durante el siglo XVIII y principios del XIX. En estas estructuras, formadas por pies derechos y camas de cañizo, se criaban los gusanos de seda.