Tras una mañana frenética de llamadas entre las partes, es decir Gil Marín y Javier Solís, Javi Guerra se queda en Valencia para estar de nuevo a disposición de Rubén Baraja, tras romper el Atleti las negociaciones por no poder hacer frente a lo pactado entre las partes.
Con el jugador haciendo las maletas, a media mañana el Valencia CF ha dado un ultimátum a Gil Marín para que mandase la documentación pertinente antes del mediodía.
Al no hacerlo y comunicar que no podían asumir las condiciones negociadas, la venta, ya cerrada desde el pasado fin de semana, se ha roto, y de retomarse el asunto, habrá que empezar de cero.
Las partes, habían acordado un precio de 25 millones más variables, y el jugador se convertiría en rojiblanco para las próximas 5 temporadas, reservándose el Valencia CF un 15% de una futura venta, teniendo el Villarreal un 30% reservado del total de la operación entre Valencia y Atleti.
Situación calcada a la de Rodrigo Moreno
En 2019, el Atlético de Madrid pujó por Rodrigo Moreno y llegó a un acuerdo con el Valencia para comprar al delantero por 60 millones de euros, siempre y cuando pudiesen sacar a Correa al Milán.
Correa no salió y el resto ya es historia, una historia que se repite ahora con Javi Guerra, al que dejan tirado en el último momento desde Madrid.
El Valencia, tal y como ha podido contrastar Onda Cero Valencia, entiende que esta retirada supone la ruptura definitiva del acuerdo.
El precio del jugador, superior a los 20 millones de euros, no va a cambiar. De hecho, se han rechazado ofertas cercanas a esa cantidad por entenderlas insuficientes.
Está claro que el Valencia CF va a vender, pero lo que no hará será regalar a sus activos o venderlos por debajo del precio de mercado por lo que esperarán a que llegue una nueva oferta por Guerra (o por otro de los 'vendibles'), que se acerque a la cantidad que el club espera ingresar.