La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) hace un balance negativo del pasado año 2022. Un año marcado, principalmente, por un nuevo aumento de las pérdidas del sector, que solo durante los últimos doce meses superaron los ochocientos millones de euros. Así, el presidente de la organización, Cristóbal Aguado, ha mostrado su "preocupación" porque 2023 siga siendo "horrible" porque la Política Agraria Comunitaria (PAC) de la Unión Europea es "el enemigo número uno de la agricultura valenciana". Declaraciones del presidente de AVA-ASAJA en una rueda de prensa celebrada para dar a conocer su Balance Agrario y Ganadero 2022.
Con todo, Cristóbal Aguado ha explicado que el pasado ejercicio ha sido "terrible" por la subida sin precedentes de los costes de producción, las "graves mermas" de las cosechas de por la anomalía climática, la entrada masiva y sin reciprocidad de las importaciones de terceros países, la falta de soluciones para combatir las plagas y los daños récord de las fauna salvaje y robos. Además, ha criticado que la PAC se sustenta "solo en cuestiones filosóficas" pero "sin chafar la realidad del campo" y que impone las mismas obligaciones a los minifundios que a las grandes extensiones, lo que es "inasumible" para el pequeño agricultor.
En ese sentido, se ha referido a la obligatoriedad de un cuaderno de explotación digital y ha augurado que en dos años se perderán 30.000 hectáreas en la agricultura valenciana. "Se obliga a tener un asesor para aplicar los tratamientos contra las plagas y solo el asesor vale más que la producción", ha señalado el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, en declaraciones ante los medios de comunicación. Para evitarlo, el máximo responsable de esta organización agraria valenciana exige oficinas de extensión agraria que alcancen a todas las poblaciones y que conselleria contrate a centenares de técnicos porque las organizaciones agrarias no pueden hacer frente a los enormes trámites burocráticos que ahora se exigen.