Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sagunto a dos mujeres - madre e hija, de 45 y 22 años respectivamente - por su presunta relación con robos de joyas en viviendas de personas de avanzada edad, en las que la primera de ellas realizaba tareas de limpieza. A la primera se le considera presunta autora de un delito de hurto y a la segunda supuesta responsable de un delito de receptación. Posteriormente, entre las dos vendían las joyas sustraídas en casas de compraventa de metales preciosos, según ha informado la Policía en un comunicado.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de agosto cuando el Grupo de Robos de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Sagunto tuvo conocimiento, a través de una denuncia, del robo de diversas joyas del domicilio de una persona de avanzada edad. Tras numerosas pesquisas y una laboriosa investigación, los agentes averiguaron que las joyas habían sido vendidas en distintos establecimientos de compraventa de metales preciosos a lo largo de un año, vendiendo cada mes una o dos piezas. La venta de mayor cantidad fue de siete joyas.
Continuando con la investigación, los policías identificaron a las personas que supuestamente habrían realizado las diferentes ventas: dos mujeres, madre e hija. La primera realizaba labores de limpieza en el domicilio del que habían desaparecido las joyas, por lo que tenía acceso a todas y cada una de la estancias de la casa, además de gozar con la total confianza de la víctima. Los agentes localizaron algunas joyas que habían sido vendidas por las sospechosas y que no pertenecían a la víctima, por lo que los investigadores averiguaron que la madre también realizaba labores de limpieza en otros domicilios cuyos propietarios también eran personas de edad avanzada.
Una de las víctimas reconoció una pulsera de oro valorada en 2.500 euros que había sido sustraída de su domicilio sin que la hubiera echado en falta. Por tales hechos, los agentes detuvieron a las dos mujeres, de nacionalidad española, y lograron recuperar la pulsera en el establecimiento de compra-venta de metales preciosos, que fue devuelta a su legítima propietaria. Una de las arrestadas ha pasado a disposición judicial, mientras la otra fue puesta en libertad tras ser oída en declaración, tras ser advertida de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerida para ello.