Los agentes de la Guardia Civil han intervenido media tonelada de mercancía ilegal en los puertos de Altea, Santa Pola y Alicante.
En el puerto pesquero de Altea los agentes localizaron un vehículo que transportaba ejemplares inmaduros de merluza, que habían sido capturados y vendidos sin haber pasado por la lonja. Los 200 kilogramos de ejemplares de pescadilla intervenidos por la Guardia Civil en la inspección registraron una talla media de 16 centímetros.
Además, 52 kilogramos de pescado fueron detenidos en Alicante y 220 kilogramos de marisco en Santa Pola.
En total han sido propuestos como presuntos autores de la infracción cuatro personas físicas y una jurídica, así como el patrón y un armador de un buque pesquero que fue sorprendido vendiendo la mercancía a los transportistas que fueron inspeccionados en Altea. Los infractores se enfrentan a sanciones de entre 601 a 30.000 euros.