UN EJEMPLO EN CATEGORÍA CADETE

El deportivo gesto del ciclista Héctor Álvarez que pasará a la historia de la Copa Cadete Miguel Manrubia

El subcampeón de la prueba, a sólo seis segundos Adrià Pericas, decidió esperar al líder que se fue al suelo en la subida del segundo puerto; “el año pasado me atacaron cuando me caí con el maillot verde en la Vuelta Bajo Aragón y no debo hacer lo que no quiero para mí”, afirma el corredor benidormense

Monserrate Hernández

Elche | 11.04.2022 19:17

El deportivo gesto del ciclista Héctor Álvarez que pasará a la historia de la Copa Manrubia

La Copa Miguel Manrubia es una de las competiciones más relevantes del inicio de la temporada cadete de ciclismo. En ella, durante tres fines de semana consecutivos, se dan cita algunas de las promesas más relevantes del pelotón nacional para disputar sus seis etapas. En esta 19ª edición, el triunfo ha sido para Adrià Pericas, del equipo Purito-Tadesan-Nuria, con una mínima diferencia de seis segundos por delante del benidormense Héctor Álvarez (Lucta-Grupo Sime).

La edición de este año 2022 quedará marcada por la exigua renta entre los dos primeros clasificados, abierta en la cronoescalada disputada en la tercera etapa; pero, sobre todo, por el admirable gesto de deportividad protagonizado por el, a la postre, subcampeón de esta Copa Miguel Manrubia, Héctor Álvarez. Fue en la última etapa, disputada este pasado domingo, sobre un recorrido de 57 kilómetros y con tres ascensiones al Alto de la Mina.

Durante el desarrollo de este trazado estaba claro que se iban a desatar las hostilidades entre los aspirantes a la victoria final. Héctor Álvarez amenazaba batalla y Pericas no estaba dispuesto a ceder el maillot que se enfundó tras la cronoescalada de la tercera etapa. El guion estaba predestinado a una pugna de poder a poder entre dos de las jóvenes promesas del pelotón de base. Lo que nadie se podía esperar era cuál iba a ser el desarrollo de los acontecimientos.

En las primeras rampas de la segunda ascensión al Alto de la Mina, Adrià Pericas se fue al suelo como consecuencia de una caída. Junto a él, seis o siete corredores más que también se apresuraban a colocarse en cabeza para comenzar en buena posición la subida. La caída cazó al líder, que se hirió el codo, vio cómo se le torcía el manillar y cómo el sueño de ganar esta prueba por etapas podía desvanecerse.

No quiero ganar así. El año pasado me atacaron cuando me caí con el maillot verde en la Vuelta Bajo Aragón y no debo hacer lo que no quiero para mí

Su coche, el primero en la fila de directores deportivos, fue el primero que paró junto al del director de la carrera. Allí dudaron entre arreglar la bicicleta o coger la primera de repuesto, mientras el resto de los compañeros del equipo Purito-Tadesan-Nuria se dejaban caer en escalera para esperar a su líder. Por delante, el Lucta-Grupo Sime buscó a su referente, Héctor Álvarez, con la intención de lanzarle hacia la cabeza, pero el maillot azul frenó la operativa. Mandó parar a la avanzadilla para esperar a su máximo rival. “No quiero ganar así. El año pasado me atacaron cuando me caí con el maillot verde en la Vuelta Bajo Aragón y no debo hacer lo que no quiero para mí”, afirma el corredor alicantino.

Héctor Álvarez aguantó hasta el premio de montaña para sprintar y luchar por los puntos del Alto de la Mina

El paquete se abrió y la ascensión se hizo a ritmo de tregua, hasta que llegó Pericas y su tropa. Cuando se produjo el reagrupamiento, el líder agradeció el gesto a su adversario, a su vez amigo, y reanudaron la marcha. Héctor Álvarez sólo apretó para sumar los puntos del premio de la montaña. Llamativa la imagen en ese descenso, camino del segundo paso por meta, cuando Álvarez usó el agua de su bidón para limpiar la sangre del codo de Pericas, agradecido y, por qué no decirlo, incrédulo.

La última etapa la ganó Héctor Álvarez al sprint

Quedaba una vuelta para resolver quién sería el campeón de la Copa Manrubia. Al final no hubo cambio de maillot y el ataque definitivo de Héctor Álvarez, en la última rampa de meta, 'sólo' sirvió para llevarse la victoria de la última etapa, que sumó al triunfo en la primera. Lo mejor no fue ese trofeo, sino la lección de deportividad, madurez y juego limpio de este joven de 15 años (cumplirá 16 en diciembre) que promete, al igual que Pericas, dar grandes tardes encima de su bicicleta.

Héctor Álvarez, vencedor de ocho carreras como cadete de primer año

Como corredor de primer año, Héctor Álvarez ya venció ocho carreras la pasada temporada, destacando una etapa en la vuelta internacional al Bajo Aragón, otra en la Vuelta a Txuma o el subcampeonato de España en crono. Precisamente, fue en el Nacional donde Álvarez y Pericas forjaron esa amistad de la que ahora todos hablan en el pelotón como ejemplo de lo que es el deporte de verdad y la pelea sana entre dos competidores.

Familias, corredores, organizadores, directores, patrocinadores y aficionados apuntan al ejemplo de un combate de guante blanco en un deporte salpicado, en un sinfín de ocasiones, por la lacra del dopaje o la tragedia de las carreteras, pero que tiene grabados a fuego unos valores que no sólo sirven para ganar carreras, sino también para rodar y formar a grandes campeones como Héctor Álvarez.