ANTONIO SIVERA | PERIODISTA

Ni un viernes sin cine 13/06/2025

Sección semanal dedicada al séptimo arte

Marta Llinares

Marina Baixa |

Después de 'abrir boca' con tapas inspiradas en el cine Antonio Sivera reflexiona sobre "¿Dónde estábamos cualquiera de nosotros el verano en que murió Janis Joplin? Aquel final del verano de 1970 fue también, para muchos jóvenes de la época, el adiós a una etapa en la que el mundo parecía pertenecerles, al tiempo que las realidades del sistema empezaban a ponerles en su sitio. Esa época en que las ilusiones del “paz, amor y flores” dieron paso a las decepcionantes certidumbres ha sido tratada con frecuencia por el cine americano, aunque muy poco por las películas españolas, toda vez que hace 55 años el franquismo disponía de un espeso filtro para impedir que las influencias extranjeras contaminaran los limpios espíritus de nuestra juventud. Por eso, el reflejo de aquella época a través de nuestro cine llegó con retraso y con el talante del recuerdo más o menos nostálgico. En 1997, el alicantino Manuel Iborra rodaba la que tal vez haya sido su mejor película, El tiempo de la felicidad"