Villena cerró el pasado año con una cifra récord de visitantes: 74.113, lo que representa un incremento del 17% con respecto al año anterior.
Esos datos consolidan el crecimiento turístico del municipio de la comarca del Alto Vinalopó que está apostando por en el segmento cultural, enoturístico, familiar, de naturaleza y de escapada.
El principal punto de referencia para el turismo es el Castillo de la Atalaya, que el pasado año sumó casi 29.000 visitas, contabilizando un 39% de crecimiento con respecto al año anterior. El Museo de Villena atendió más de 7000 personas.
Los visitantes de nacionalidad española son mayoritarios, pero en 2023 Villena también recibió turistas llegados de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania.
“Para nosotros es un buen dato, porque demuestra que hay empresas que ofrecen en su catálogo una visita a nuestra ciudad, lo que nos posiciona como capital del turismo interior en la provincia de Alicante que ofrece un casco histórico único, monumentos y entornos sensacionales”, ha destacado Paula García, concejala de Turismo en el Ayuntamiento de Villena, que también ha considerado que ese crecimiento obedece a las campañas de promoción donde se ha puesto en valor el conjunto de la oferta que “permite al potencial turista o visitante planificar una o varias jornadas donde se une el fuerte reclamo que ofrece el sector del vino y las bodegas, el conjunto de la oferta patrimonial, nuestro entorno y la gran extensa oferta cultural”.