PENSAMIENTOS Y REFLEXIONES

Suerte, los cojones

La permanencia del Elche CF en Primera División ha estado rodeada de situaciones excepcionales, pero eso no debe restar mérito al gran trabajo realizado por la entidad y por la plantilla franjiverde

Santi Martínez

Elche | 25.05.2021 14:08

Raúl Guti celebra el segundo gol en la victoria ante el Athletic Club que dio la permanencia en Primera.
Raúl Guti celebra el segundo gol en la victoria ante el Athletic Club que dio la permanencia en Primera. | ELCHE CF

En estos días de euforia seguro que todos hemos leído y escuchado sobre la suerte que ha tenido el Elche para lograr la permanencia en un último partido donde no dependía de sí mismo. Que Escribá sigue conservando su “flor” o que Bragarnik tiene un “jardín”. Pues miren, no. Suerte es que te toque la lotería, que la tostada caiga con la mermelada hacia arriba o que mis hijos se despierten un fin de semana más tarde de las ocho.

No se consiguen 36 puntos en Primera División por suerte. Hacer 36 puntos en Primera División es un reto. Un reto que, por ejemplo, un equipo que consiguió el ascenso el 17 de julio; que mantuvo la base de un plantillón para Segunda; que no se deshizo de ningún jugador fundamental (Álvaro Fernández, Pulido, Javi Galán, Mosquera, Mikel Rico, Ferreiro o Rafa Mir); que mantuvo al entrenador; que incorporó jugadores destacados en Segunda (Maffeo y Borja García) y contrastados en Primera (Siovas y Sandro) no ha podido lograr y ha hecho 34.

Si conseguir 36 puntos es un reto para un recién ascendido 'normal', de los que suben en condiciones lógicas y hacen las cosas tirando del manual del recién ascendido, ¿cómo lo catalogamos para el Elche de esta temporada? Para un equipo que sube el 23 de agosto con una plantilla que es la quinta más barata de Segunda, con el resto de equipos habiendo elegido antes que tú en el mercado o sin pretemporada o sin amistosos para adaptarte al trabajo y a la nueva categoría. Pues más que un reto es una hazaña y una gesta merecedoras de horas de radio y televisión, y páginas de prensa. Y las hazañas no se consiguen fruto de la suerte.

Lo llamativo es que lo de la suerte nos lo hemos leído y escuchado a nosotros. Los ilicitanos somos especiales. Para nosotros Elche es la ciudad más bonita del mundo, sin discusión. No hay nada más precioso que el palmeral; ni fiesta que se le acerque a la Nit de l´Albà; no hay un plato más rico que el arroz con costra y que nadie discuta su origen ilicitano; y la Dama de Elche y El Misteri d'Elx son las obras más especiales de la historia del arte.

Aunque con el Elche CF, ay con el Elche. Tenemos una relación curiosa. Al Elche que no nos lo 'toque' nadie (nadie que no seamos nosotros mismos) porque lo defendemos a muerte. Porque lo queremos, pero, seguramente, no lo valoramos como se merece. Y esto de la suerte, tanto del ascenso de la temporada pasada como la permanencia de esta, es una prueba. Parece que cuando tenemos éxito nos aprueban y cuando fracasamos, suspendemos nosotros. Me extrañaría que en Leicester hace unos años o en Lille ahora mismo se hable de la suerte. Los ilicitanos somos especiales.

Aquí la única suerte que hemos tenido es que, dentro de los casi cien años de historia, nos ha tocado a nosotros disfrutar de dos años increíbles. De dos temporadas donde unas plantillas que se lo han dejado todo cada minuto han conseguido cosas que parecían imposibles siguiendo la lógica. Y, claro, donde no llega la explicación lógica, se corre el riesgo de recurrir a la suerte.

Pero, leamos otra vez el título, creámonoslo y disfrutemos de esto con todo el orgullo. Por nosotros y por los que no han tenido la suerte de vivirlo.