El litoral de la provincia de Alicante, en toda su extensión, se ha visto sorprendido, a lo largo de estos días, por una imagen que ha sorprendido a los habitantes de la Costa Blanca y a todos aquellos visitantes que se han paseado por sus playas disfrutando de su tiempo libre o, simplemente, haciendo deporte. La arena de las costas alicantinas se han llenado, durante esta semana, de medusas que han quedado varadas en el litoral como consecuencia de los cambios de corriente y de los últimos temporales de Levante.
Estos factores han removido el plancton que durante el invierno queda estancado en el fondo del mar y que debido los movimientos provocados por el viento de Levante y al empuje de la corriente han acercado este alimento hasta zonas cercanas a la costa, atrayendo a estas medusas y aumentando los bancos que forman estas especies de agua.
Gabriel Soler, biólogo del Instituto de Ecología Litoral, explica que "este es un fenómeno que no se produce todos los años”, aunque tampoco es insólito. “Suele producirse a principios de primavera porque, durante el invierno, el mar está calmado y la columna de agua se mantiene en reposo. Por ello, los nutrientes caen al fondo y cuando se producen los temporales de Levante se remueve el sedimento que se suspende en el agua. Las medusas y otras especies marinas se ven atraídas por el plancton, aumentan su población y se acercan a la costa; cuando son empujadas por el levante pueden quedar varadas en la arena, como ha sucedido”, detalla el biólogo alicantino.
La escena, aunque no es la primera ni será la última vez que se produce en la provincia de Alicante, ha sorprendido a los asiduos a esta zona por la impactante sensación que han generado sus imágenes. Con frecuencia, el agua del Mediterráneo suele arrastrar hasta muy cerca de la arena a estos seres vivos que, en época estival, suponen una incomodidad para los bañistas dado que estos claveles se defienden, ante la presencia humana, con una picadura irritante en la piel. "La presencia de plancton en las aguas marinas, como consecuencia de una mayor concentración de nutrientes habitual a principios de primavera, genera importantes bancos de medusas que han llegado a las playas por la acción de los vientos de levante", insiste Gabriel Soler.
Las medusas clavel, menos peligrosas que otras especies
En esta ocasión, las medusas clavel nada tienen que ver con la temida caravela portuguesa que, en alguna ocasión, como sucedió hace dos y tres veranos, obligó a cerrar playas de la zona. De haber sido esta especie, las autoridades locales se hubiesen visto obligadas a controlar el acceso a la costa y este no ha sido el caso. La carabela portuguesa es una especie atlántica que se traslada al Mediterráneo sólo cuando se producen unos fenómenos determinados. Ahora se ha avistado alguna en la zona, mezclada con la inofensiva velella velella.