DE ELCHE Y DEL ELCHE

Fuimos un equipo de fútbol

El Elche sumó un valioso punto ante el Villarreal; más que por lo que refleja la tabla, que también, por las buenas sensaciones que generó el conjunto franjiverde durante la segunda parte

Alejandro Torrús

Madrid | 08.02.2021 10:25

El Elche volvió a ser un un equipo de fútbol.
El Elche volvió a ser un un equipo de fútbol. | Sonia Arcos

Parece una tontería, pero no lo es. La mejor noticia del Elche-Villareal es que, por primera vez en mucho tiempo, durante la segunda parte fuimos un equipo de fútbol. Un equipo que sabía a lo que jugaba, que creaba con Raúl Guti y Marcone, buscaba las bandas y de ahí las cabezas de Lucas Boyé o Guido Carrillo. Un equipo de fútbol que sufre muchísimo para defender, para recuperar el balón, para replegarse tras pérdida y para cerrar espacios. Pero, joder, un equipo de fútbol.

Insisto en la idea de equipo y pido disculpas por ello. El Elche de este sábado fue una actuación coral. Las combinaciones entre Rigoni y Mojica, la intensidad de Raúl Guti para intentar sacar el balón una y otra vez, la velocidad de Rigoni, el juego aéreo de Boyé. Por momentos, a ratos, el equipo pudo poner varias alternativas encima de la mesa. No sólo vivíamos del sueño, del milagro de encontrar una jugada aislada en los pies de soñadores como Josan o Fidel.

Por momentos el equipo fue capaz de crear peligro adelantando sus líneas, presionando arriba y ganando posiciones. Parece increíble, pero parecíamos un equipo de fútbol. En Valladolid fuimos ganando 0-2, pero no parecíamos un equipo. Se vivía de la improvisación, de la inspiración y del azar. En otros muchos partidos conseguimos empatar (Osasuna o el propio Villareal), perdimos sólo de un gol y en teoría estábamos dentro del partido los noventa minutos, pero no parecíamos un equipo de fútbol.

La permanencia sigue pareciendo tan complicada como antes de este choque. Esto es Primera División. Pero, sin duda, el camino hacia la salvación parece pasar por lo que se vio ante el Villareal. Por un equipo que intentó jugar en campo contrario y no solo en área propia. Que buscó a Rigoni y Josan, los más destacados, con una idea clara de fútbol vertical y directo.

Las carencias del equipo son evidentes todavía. La facilidad para encontrar la espalda de nuestro centro del campo y encarar a los centrales es dolorosa. Cada centro al segundo palo o cambio de banda sigue siendo un tormento. Y la sola presencia de Gerard Moreno fue suficiente para desarticular la línea defensiva franjiverde.

Afortunadamente, Gerard Moreno se fue al banco. Y el Elche, pesar de ir perdiendo 0-2, quiso parecer un equipo de fútbol. De esos que tienen espíritu, que saben reaccionar a la adversidad y que, además tiene un plan. También es cierto que ayudó mucho un Villarreal que desapareció hasta el empate.

Sigo echando de menos, en muchas ocasiones, la presencia de centrocampista más, como Víctor, capaz de tener el balón y dar criterio al equipo o un mariscal en defensa, como lo fue Botía, pero me gusta el crecimiento de Diego González.

Queda mucho sufrimiento por delante. Las circunstancias que rodean al Elche son cada día más extrañas y duele ver a Pacheta en otro banquillo que no sea el nuestro. Pero Edgar Badía, Gonzalo Verdú, Josan y Fidel siguen con nosotros. Y nosotros tenemos que estar con ellos. También me gusta sumar al barco de soñadores franjiverdes a jugadores como Tete Morente, Raúl Guti o Lucas Boyé. Y mientras Josan siga corriendo por esa banda derecha... hay esperanza.