‘Menudo papelón’. Este es el mensaje, el slogan, de la campaña que han lanzado el Ayuntamiento de Elche y la empresa mixta Aigües d’Elx cuyo objetivo principal es el de concienciar a la ciudadanía sobre los impactos negativos que provocan las toallitas que se arrojan al váter.
Hay estudios que cifran en 350 euros el coste medio que cada año supone para una comunidad de propietarios dar solución a los daños que generan en bajantes de los edificios esas toallitas que se tiran al inodoro.
A ello hay que añadir los problemas que provocan, a modo de obstrucción, en las redes de alcantarillado. En este sentido, el sobrecoste en su mantenimiento se cuantifica en entre un 10 y un 15 %.
El pasado año llegaron a las tres depuradoras de Elche unas 260 toneladas de toallitas higiénicas y limpiadoras.
Mientras que el 95 % del papel higiénico se disuelve en agua en media hora, en el transcurso del recorrido de las aguas residuales desde el hogar hasta la depuradora, unas 24 horas después, las toallitas apenas se han disuelto.
El impacto ambiental que conlleva esa situación se puede evitar con un simple gesto: depositar esas toallitas usadas en una papelera.
Y todo se puede ver agravado en episodios de lluvias torrenciales ya que muchas de las toallitas acaban como residuos en el cauce del río Vinalopó.
Así lo ha explicado este viernes María José Toledo, gerente de la empresa mixta Aigües d’Elx, que ha presentado la campaña junto al concejal de Aguas Juan de Dios Navarro.