Las hermanas clarisas han convertido sus dulces navideños en un clásico de estas fiestas en la ciudad de las palmeras. A lo largo de estos días, los hornean sin parar en la cocina de su nuevo monasterio que gracias a lo que obtienen de la venta se ha podido modernizar y ha ganado en seguridad.
Las religiosas cuentan un año más con el apoyo de la Asociación de Damas de Santa Clara y los mantecados, yemas, almendrados y nevaditos todavía se pueden en el propio monasterio, tal como nos cuenta María José Molina.
