La Guardia Civil ha detenido en Sax a un hombre acusado de instalar cámaras de video en los aseos tanto de un comercio como de una vivienda que tenía alquilada.
Uno de los inquilinos de ese piso las descubrió y el ahora arrestado las retiró, pero las volvió a colocar cuando se fue y antes de alquiler de nuevo ese inmueble.
En la vivienda, según ha desvelado la Guardia Civil, las cámaras estaban escondidas en la mayoría de las habitaciones y en los cuartos de baño.
Además, desde la vivienda salían cables dirigidos a un edificio colindante, concretamente a un comercio, que también era del implicado. En sus aseos se encontraron también dos cámaras ocultas en el techo de escayola.
Al detenido se le imputan los presuntos delitos contra la intimidad, de inviolabilidad de domicilio, contra la propia imagen y de revelación de secretos.
Se le han intervenido doce dispositivos de almacenamiento, treinta cámaras tipo espía, un videograbador y otros efectos informáticos. Tres de las cámaras simulaban detectores de humo y una estaba camuflada como una percha para colgar ropa.
Hasta la fecha, se han interpuesto una decena de denuncias contra el vecino de Sax detenido. Dos procedentes de dos familias que habían vivido en el domicilio y ocho de trabajadoras que habían estado relacionadas con el negocio.