La Denominación de Origen Protegida (DOP) Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó estima que la cosecha de este 2024 será muy parecida a la del año anterior y se mantendrá en 36 millones de kilos. Pese a la estabilidad en el número de kilos, la extensión cultivada cae un 5% respecto a 2024: de 1.600 hectáreas a 1.525.
Agosto llega a su última semana y, con ella, el inicio de la campaña de recolección de la uva de mesa. En estos momentos, las variedades más tempranas como la ‘Victoria’ o ‘Doña María’ son las que se están comercializando y durarán hasta finales de septiembre, fecha en la tomarán el relevo otras más tardías, la ‘Ideal’ o el ‘Aledo’ (la uva de Nochevieja).
Unos 6.000 campos de fútbol
El Valle del Vinalopó, en la comarca del Medio Vinalopó, es uno de los principales bastiones españoles de la Uva de Mesa junto a la región de Murcia. Este cultivo ocupa 10.000 hectáreas de superficie, el equivalente a 6.000 campos de fútbol. De esa extensión, alrededor de un 15%, están adscritas al Consejo Regulador de la DOP Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó.
La entidad espera mantener una cosecha similar a la del año 2023,lo que representa unos 36 millones de kilos que fueron el resultado de una caída de un 9% de la producción por mermas. En el presente ejercicio la Denominación de Origen cree que será una buena campaña debido a que el clima ha sido seco por lo que la falta de humedad ha permitido que el fruto cuaje bien y ha evitado su putrefacción.
Reducción de la extensión cultivada
Pese a que el número de kilos promete ser estable, el de extensión cultivada se ha reducido un 5%. El abandono del cultivo de la variedad ‘Ideal` se revela como la principal causa de esta incipiente bajada de cultivo debido a que es una verdad que es más difícil de exportar debido a que es más perecedera entre otras cuestiones según ha explicado José Bernabéu, presidente de la DOP Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó.
Además del retroceso en número de hectáreas cultivadas, el sector muestra su preocupación por el estancamientode precios y la oscilación de estos entre lo que recibe el agricultor y la venta final al consumidor. Se trata de una situación que se ha agravado con los años que ha llevado a los agricultores a recibir 0,50 céntimos de los 3,25 euros que cuesta en tienda.