Los regantes del Tajo-Segura han acusado al Gobierno central de poner fecha concreta al finiquito del trasvase para el regadío al contemplar un incremento progresivo, hasta el año 2027, de los caudales ecológicos en la cuenca del río Tajo a su paso por Aranjuez. Consideran los volúmenes previstos como “desproporcionados” y creen que la situación es atribuible únicamente a una “cuestión política” que poco o nada tiene que ver con la transición ecológica. En el Camp d’Elx son más de 14.000 los regantes que se nutren del agua procedente del Tajo y que trabajan más de 16.000 hectáreas de cultivos, superficie que en el conjunto de la provincia ronda las 30.000 hectáreas.
El plan hidrológico del Tajo que ha puesto sobre la mesa el Ministerio para la Transición Ecológica fija el caudal ecológico en el Tajo en 7 metros cúbicos de agua por segundo desde el próximo año, volumen que irá creciendo progresivamente en los próximos seis años para alcanzar en 2027 los 8,5 metros cúbicos por segundo.
Los regantes defienden que, si no se da marcha atrás, con ese último caudal ecológico, el trasvase estará “finiquitado” para regadío y además obligará a la Mancomunidad de Canales del Taibilla a recurrir al agua desalada para poder hacer frente a los abastecimientos urbanos con lo que también se encarecerá el recibo de agua doméstico.
Ese caudal ecológico de 8,5 metros por segundo en la cuenca del Tajo llegará según la planificación del Ministerio para la Transición Ecológica en el año 2027, pero antes, ya en 2022, el volumen anual de agua trasvasada desde el río Tajo al Segura se verá mermado en 32 hectómetros cúbicos en el conjunto de la cuenca del Segura.