Sanidad

El Hospital General Universitario de Elche atiene cerca de 200 bebés prematuros al año

Estadísticamente, el 7,2% de los niños que nacen en la Comunitat Valenciana son prematuros, cifra similar a la media de España

David Alberola García

Elche | 19.11.2019 10:08

Imagen de archivo de un bebé prematuro en un centro hospitalario
Imagen de archivo de un bebé prematuro en un centro hospitalario | Agencias

La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital General Universitario de Elche atiende anualmente a cerca de 200 bebés prematuros. De ellos, entre 125 y 130 son prematuros tardíos (nacidos entre la semana 34 y 37 de gestación) o moderados (semana 32 y 34). Además, cerca de 50 son muy prematuros (entre las semanas 28 y 32) y entre 10 y 15 son prematuros extremos (por debajo de las 28 semanas).

Así se ha dado a conocer con motivo del Día del Prematuro, que se conmemoró el pasado domingo, y que este año ha tenido lugar bajo el lema ‘Nacido demasiado pronto: proporcionando los cuidados necesarios, en el tiempo adecuado y en el lugar adecuado’.

En todo el mundo, 15 millones de bebés nacen prematuros. En la Comunitat Valenciana el 7,2% de los niños que nacen son prematuros, cifra similar a la de España, donde uno de cada 14 niños que nacen es prematuro.

Los especialistas no conocen totalmente las causas sobre el porqué ocurren este tipo de nacimientos.

Algunos de los bebés prematuros pueden desarrollar algún problema de salud con el tiempo por lo que estos niños de alto riesgo requieren una atención especial al desarrollo neurológico: un pediatra de Atención Primaria, un Centro de Atención Temprana y subespecialistas médicos y quirúrgicos pediátricos.

Atención Temprana

Uno de los campos en los que ha sido pionero el Hospital General Universitario de Elche es en la instauración de la atención temprana desde el primer momento a todos los prematuros ingresados en la unidad.

Se trata del conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.

Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar.