Este martes comienza la elección de los pisos

IVF y EIGE facilitarán préstamos a los vecinos de San Antón con problemas de acceso a ellos

Se buscan fórmulas para posibilitar que, especialmente las personas más mayores, puedan tener liquidez para pagar las nuevas viviendas

David Alberola

Elche | 28.04.2017 06:00

El martes de la próxima semana comienza el proceso de elección de viviendas en el San Antón. Ese día se ha citado a los dos primeros propietarios para que, siguiendo el sorteo realizado hace unos años ante notario, inicien el proceso de elección de los pisos del primer bloque construido.

Mientras tanto, la conselleria de Vivienda, el Ayuntamiento de Elche y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) continúan buscando la fórmula más adecuada para ofrecer a los vecinos posibilidades de financiación, especialmente a aquellos que por su avanzada edad tienen imposible acceder a un préstamo bancario.

Aunque no se ha concretado la fórmula que se usará para que esos vecinos dispongan de un préstamo, se está avanzando en el sentido de que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) dará el dinero a la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat ( EIGE), siendo ésta la que otorgará el préstamo a los vecinos, actuando además de avalista de los mismos ante el IVF.

Así lo ha esbozado este viernes el concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Elche, José Manuel Sánchez, que ha añadido que se está trabajando en ese sentido pero ha matizado que no hay nada cerrado.

De hecho, lo más probable es que, sea cual sea la fórmula que se impulsa para facilitar el acceso a esa financiación, la fórmula comience a aplicarse en el segundo bloque que se construya dado que en el primero, que es el que ya está finalizado, es previsible que no de tiempo a ejecutarla.

La Junta de Gobierno Local ha acordado la modificación del pliego de condiciones técnicas para la comercialización de las 74 viviendas y 51 plazas de aparcamiento del primer bloque construido en el marco del proyecto de renovación integral del barrio de San Antón. Se trata de una modificación provocada por el hecho que en la liquidación de la construcción del ese primer inmueble, la empresa municipal Pimesa, gestora del proyecto, ha logrado que la edificación se haya ejecutado por un poco de menos dinero del previsto inicialmente. El ahorro ha sido de unos 300.000 euros.