OPINIÓN | 'El maestro infiltrado'

Mónica Oltra y los deberes escolares

José Francisco Michelli profundiza en el tema de los deberes escolares, especialmente en la recomendación de la Generalitat Valenciana de suprimirlos

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Elche |

José Francisco Michelli Parra | Onda Cero Elche

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha hablado recientemente de un tema que parecía olvidado: los deberes escolares. Oltra reabrió el debate sobre las tareas para casa durante la presentación del anteproyecto de la Ley de la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat Valenciana. Y es que el artículo 65.3 de la normativa pide a los colegios de Primaria que procuren realizar las actividades programadas “dentro del horario lectivo”, toda una declaración de buenas intenciones.

Sí, nadie duda de las buenas intenciones de la vicepresidenta valenciana y su defensa del derecho al ocio de los niños y los adolescentes. Lo que nos gustaría saber es cuál es la validez de su argumento: ¿en qué se han basado Oltra y su equipo para recomendar la supresión de los deberes escolares en Primaria?; ¿es algo que se les ha ocurrido o hay evidencias de que el alumnado mejorará su aprendizaje con esta medida?

Bien, por un lado, hemos encontrado una reseña de Tatiana Íñiguez sobre una investigación de las universidades de A Coruña, Oviedo y Minho, que confirma que los deberes escolares mejoran el rendimiento académico del alumnado. Por otra parte, un estudio de un instituto de investigación alemán publicado en el Journal of Research in Personality, que concluyó que los deberes no solo mejoran el rendimiento académico, sino que influyen en el desarrollo de la conciencia a lo largo del tiempo.

Claro, todo tiene sus matices. De acuerdo a la doctora en Psicología, Marta Ferrero, las evidencias arrojan que en el caso de los estudiantes de Primaria, los deberes deben enviarse con el fin de fomentar hábitos y actitudes positivas o reforzar los aprendizajes que se han hecho en el aula. Eso sí, la duración de las tareas debe plantearse a partir de lo que Ferrero llama “la regla de los diez minutos”, que se aplicaría con alumnos de primer curso y aumentaría en cada nivel. Mientras que en el caso de los estudiantes de Secundaria lo recomendable es una hora al día de deberes, como máximo.

No parece un buen momento para retomar el debate sobre los deberes escolares, tal y como ocurrió en los últimos meses de 2016, cuando la confederación de madres y padres Ceapa convocó una huelga de deberes en toda España. En diciembre de aquel año, en Elche se organizó un evento que incluyó el tema. Pero no, la conselleria tiene ahora un gran frente abierto con el tercer decreto lingüístico de esta legislatura. En cualquier caso, sea cual fuere el debate educativo: ¿no sería mejor que estuviera respaldado por argumentos y evidencias?.

Vamos a cerrar este artículo con los consejos que propone la investigadora de la Universidad de Deusto, Marta Ferrero, para llevar los deberes al aula:

1.- En primer lugar, pedir los deberes con un propósito, se puede solicitar por ejemplo para practicar habilidades que el alumno sabe hacer de forma autónoma, pero no de forma fluida o se pueden pedir también para profundizar en una rutina.

2.- Hay que diseñar deberes que el alumno pueda realizar, que sea capaz de hacer él solo. No muy fáciles como para que no tenga sentido dedicar tiempo a ellos, ni muy difíciles para que los padres no terminen haciéndolos.

3.- Es necesario medir la cantidad de deberes que se les pide a los alumnos, más no es mejor, y además conviene implicar a los padres de forma adecuada.

4.- Los deberes no hay que utilizarlos como un castigo, porque el alumno va a dejar de verlos como una herramienta de aprendizaje.

5.- Conviene dar feedback a los alumnos sobre los deberes realizados y este feedback ha de ser instructivo, que le dé pistas al alumno sobre cómo debe mejorar y a poder ser que no se restrinja a una nota.

6.- En sexto lugar, hay que integrar a los deberes dentro del tema que se está tratando en ese momento en el aula. Es conveniente diseñar deberes que refuercen lo que se ve en el aula. Una forma muy fácil de hacerlo, es comenzar la siguiente sesión corrigiendo los deberes que se enviaron en la sesión anterior.

7.- Conviene que los alumnos salgan del aula comprendiendo qué es lo que tienen que hacer. El maestro puede explicar un ejemplo a los alumnos antes de salir de clase. Lo que no interesa es que los alumnos salgan del aula sin saber muy bien qué es lo que tienen que hacer.

8.- Es importante que los profesores estén bien coordinados sobre cómo enviar los deberes escolares, hay algunos días en que los niños llegan a casa con una sobrecarga de deberes.

9.- Por último, es interesante facilitar guías sobre el papel de las familias, entre otras cosas conviene dejar claro a las familias que su papel no es el de hacer los deberes, que su labor es acompañar y animar a sus hijos e hijas, fomentar el aprendizaje. La familia no tiene por qué saber los contenidos.