OPINIÓN

Una gran Semana Santa ilicitana

Francisco Javier García Mora, director de la web cofradiasyhermandadeslegal.com, pone en valor la Semana Santa ilicitana y nos invita a disfrutarla

ondacero.es

Elche | 15.03.2018 10:21

Francisco Javier García Mora, director de la web cofradiasyhermandadeslegal.com.
Francisco Javier García Mora, director de la web cofradiasyhermandadeslegal.com. | Onda Cero Elche

Este sábado tendremos la oportunidad de escuchar en la Sala Gran Teatro de Elche, el llamamiento que realizará el reverendo Miguel Angel Marcos a vivir, a sentir, a contemplar la Semana Santa ilicitana, que los ilicitanos no sabemos valorar lo suficiente y tienen que venir de otras poblaciones para resaltarla y, por ello, darnos cuenta.

Recordemos:

Nos va ‘calentando’ el espíritu el concierto del Viernes de Dolores en la Basílica de Santa María, a cargo de la Capella, la Escolanía y el Coro Juvenil del Misteri d’Elx (Obras Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2001).

La procesión del Domingo de Ramos (Fiesta de Interés Turístico Internacional declarado por la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo en 1997) acompañada de miles de personas portando palma blanca lisa o trabajada por los artesanos, tradición centenaria, fruto del palmeral, por donde en su tramo inicial discurre (Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO en el año 2000).

Organismos nacionales e internacionales vienen a decirnos “tenéis unas joyas en casa y no las valoráis”.

La raigambre de la celebración de la Semana Santa en nuestra ciudad es indiscutible, la religiosidad popular, la cultura, el arte, la gastronomía, el turismo y un largo etcétera.

En la semana de la primera luna llena de la primavera, Elche sale a las calles a manifestar la devoción a Jesús, a Dios hecho hombre en la Pasión Muerte y Resurrección, y el amor a Su Madre en Sus Dolores.

El encanto del casco histórico, el palmeral, el Palacio de Altamira, la Basílica de Santa María, la ladera del río Vinalopó, los puentes Altamira, Canalejas, Santa Teresa, Plaça de Baix, Corredora, Glorieta, Hospital, Troneta, Obispo Tormo, Carrer Ample, Fira, las noches en la plaza Congreso Eucarístico, Torre de la Calahorra, Major de la Vila, pasarela del Mercado, Victoria, San Jaime, Carmen, Desamparados, Les Barques, Sant Jordi, Filet de Dins, plaza Reyes Católicos, Santa Ana, Aurelia Ibarra, Porta Xiquica del Salvador, de Sant Joan, Salvador, Porta d’Oriola, Asp, Host de Manxon, Empedrat, Abadía, Mare de Deu de la Llet, Fossar, Hernán Cortes, Escultor Capuz

Cuantos rincones, cuantas esquinas para vivir la Semana Santa, para contemplarla. Es posible encontrar lugares bulliciosos, o de extrema tranquilidad para meditar.

La Semana Santa de Elche es tan dispar, por su forma de portar los tronos, levantino o malagueño, granadino, sevillano. Música de capilla que invitan a interiorizar, cornetas y tambores, bandas de música más festivas o más solemnes. Calles estrechas y angostas, otras amplias y rectas. De mañana, de tarde, de noche, de madrugada. Imágenes de escultores sevillanos, zamoranos, cordobeses, valencianos, murcianos. Tronos con canastillas de madera, repujados en plata, candeleras diversas, ceras, flores, olores distintos, inciensos…

La palma blanca, la trencà del guió, las aleluyas, tan genuinamente nuestro. Una semana para disfrutar de la calle, para contemplar, sensaciones experiencias.

Una espina tengo clavada en mi corazón semanasantero: no haber conseguido, durante el tiempo que representé a las cofradías y hermandades de la Semana Santa ilicitana, que fuera no lectiva a efectos escolares. Vamos, que hubiera vacaciones para que pudieran participar o contemplar las procesiones sin estar pendientes de retirarse porque al día siguiente había que acudir al colegio y, en muchas ocasiones, con exámenes para “incentivar” la asistencia. Y a la semana siguiente, aburridos en casa, con los abuelos, con los móviles y la televisión ‘al cuidado’. ¿Tiene sentido? Pues creo que no, aunque siempre he tenido una tesis de la causa de que no se modificara, que no lo voy a expresar para evitar que los profesores se acuerden de mí.

Os invito a vivir la gran Semana Santa que tenemos en nuestra ciudad, a experimentarla, que no sea necesario esperar a que nos lo digan las miles de personas que acuden procedentes de otras localidades o países.