HOMENAJE A JUAN CARLOS LEZCANO

Lezcano, el mejor ilicitano nacido fuera de nuestras fronteras

El Elche da el nombre de Juan Carlos Lezcano a la puerta número 24 del estadio Martínez Valero como reconocimiento a uno de los más grandes de la historia del Elche CF

Monserrate Hernández

Elche | 15.12.2017 14:48

Juan Carlos Lezcano es, sin duda, uno de los protagonistas más importantes con los que cuenta la historia del Elche CF. Llegó en el año 1962 procedente del Santiago Morning de Chile, tras haber crecido en una familia de profunda tradición futbolística. Lezcano aterrizó en España con la promesa de firmar por el Valencia, pero el empresario armenio Arturo Bogossian, como ya había hecho antes con otras grandes leyendas, le convenció a última hora para vestir de local en Altabix

La tarea del Chino, apodo con el que se dio a conocer en el vestuario y que ha perdurado con el paso del tiempo, no era fácil de salida. Y para algunos aún resulta desconocida. Fue contratado por el entonces presidente José Esquitino para sustituir al goleador Cayetano Re, también paraguayo, que acababa de ser traspasado al FC Barcelona. Acostumbrado a pelear y darlo todo en el campo, el primer obstáculo lo encontró cuando a punto estuvo de quedarse fuera de la plantilla.

La normativa de la Federación solo permitía en Primera División contar con dos extranjeros con menos de dos años en España. Un puesto era fijo para Ángel Romero, indiscutible estrella de aquel equipo y de la historia de la entidad. Quedaba una vacante que, en principio, era para Lezcano. Sin embargo, el entonces vicepresidente Franco Sáez quiso unir al equipo a Wanderley Machado. Aquel delantero brasileño era hermano de Waldo, quien durante nueve cursos fue destacado goleador del Valencia y Pichichi en la campaña 1996/67, recogiendo, por cierto, el testigo del franjiverde Luciano Sánchez ‘Vavá’.

Para suerte del Elche, Esquitino impuso su criterio, apoyado en el técnico Juan Ramón, y confirmó la incorporación de Lezcano. Wanderley terminó en el Levante. La primera de las nueve temporadas que Lezcano jugó en el Elche marcó diez goles (nueve en Liga y uno en Copa). Y los hizo actuando durante la mayor parte del campeonato en la segunda línea de ataque, por detrás de Eulogio Martínez, otro paraguayo al que reclutó Pedro Otto Bumbel cuando se hizo cargo del equipo. El técnico brasileño confió en Eulogio para jugar de nueve y retrasó a Lezcano a la posición de ocho, como interior diestro. Que el ex del FC Barcelona cobrara seis veces más que el Chino pesó más que sus goles: Lezcano celebró diez en competición oficial y Eulogio solo cinco.

En su primer año ya escribió grandes páginas de gloria para la entidad. Es obligado resaltar sus dos tantos en el resultado más abultado del Elche en Primera División, 8-1 al Sevilla. Cuatro jugadores se repartieron el botín de los goles ilicitanos. Junto a Lezcano también reservaron su sitio en ese espectacular marcador Ángel Romero, José Enrique Gutiérrez 'Cardona' y Eulogio Martínez. Como anécdota, el gol del Sevilla se lo marcó en propia puerta Pellejero por lo que en realidad no fueron ocho sino nueve los tantos que la fiel afición de Altabix presenció de sus jugadores.

Esos cuatro goleadores, junto a Antonio Oviedo, formaron al curso siguiente la histórica delantera del CLERO, acrónimo que formaban las iniciales de los cinco nombres de los atacantes del Elche. Ese once aún se recita de memoria por los seguidores más veteranos del Club: Pazos; Chancho, Iborra, Quirant; Ramos, Forneris; Cardona, Lezcano, Eulogio, Romero y Oviedo. Aquel equipo fue quinto en Primera División, haciendo méritos para jugar competición europea, un hecho del que solo le privó que Elche no tuviera feria para disputar la entonces conocida como Copa de Ferias, equivalente a lo que en la actualidad sería la Europa League. Sí la disputaron los tres conjuntos que terminaron por detrás en la clasificación: Valencia, Atlético de Madrid y Athletic Club de Bilbao.

Sería imposible resumir en este texto todos los logros de Lezcano en el Elche. En la 1965/66 escoltó a Vavá en su camino hacia el Pichichi con el Elche, en la temporada del estreno de Lico en la primera plantilla y en la de la despedida de Marcial con destino al Espanyol. Estuvo presente, por supuesto, en la final de Copa que el Elche perdió en el Santiago Bernabeu ante el Athletic Club de Bilbao de los Iríbar, Clemente, Aranguren, Txetxu Rojo o Argoitia, por citar a algunos de los nombres que ahora son más conocidos. Sufrió aquella inmerecida derrota como también el descenso a Segunda División en 1971, después de doce cursos consecutivos en el Elche.

Lezcano es el ilicitano nacido fuera de España (no es un error) que más veces ha vestido la camiseta del Elche, con 253 partidos oficiales (213 en Liga y 40 en Copa), todos ellos en Primera División. Parece difícil, por no aventurarme a decir imposible, que algún otro extranjero pueda igualar sus números. Como jugador, dicen los que tuvieron la suerte de verle jugar, era un futbolista todoterreno que destacaba por su fortaleza, potencial en el juego aéreo y manejo de las dos piernas. Era un jugador duro, pero noble. Por último, la leyenda que deja para siempre la trayectoria del Chino Lezcano para el Elche se ve engrandecida por sus valores fuera del terreno de juego entre los que destacaría su humildad, naturalidad y fidelidad a sus amistades. Y para quienes no tuvimos el honor de verle en contacto con el balón, y con algún que otro jugador, nos queda el placer de poder considerarnos su amigo. Ahora Lezcano, como ha dicho el presidente del Elche Diego García, ya tiene una puerta con su nombre en la que es su casa, la casa del Elche.