el valor del blanco y verde

Ganar o ganar

Sergi Guilló, excapitán del Ilicitano y actual técnico de la cantera del Elche CF, recuerda como el filial logró el ascenso a Segunda B en Olot y destaca la importancia de mantenerlo ahora en Tercera División

ondacero.es

Elche | 09.05.2018 13:13

Sergi Guilló, excapitán del Ilicitano y entrenador de la cantera del Elche CF.
Sergi Guilló, excapitán del Ilicitano y entrenador de la cantera del Elche CF. | Onda Cero Elche

Es curioso que la misma semana que el primer equipo del Elche CF viaja a Olot, ciudad donde conseguimos con el Ilicitano el ascenso a Segunda División B hace ya unos años, el filial se juegue en el estadio Martínez Valero un partido de vida o muerte, pero esta vez para no descender de Tercera División.

En aquel partido del año 2013 veníamos de un resultado de 1-0 del compromiso de ida, con un viaje de diez largas horas en autocar. Dormimos en un hotel donde los muelles se te clavaban como estacas y en el que yo, encima, tuve que soportar los ronquidos de un búfalo, dentro y fuera del campo, llamado Frank Omgba.

Aún así, pese a todo eso, recuerdo que afronté aquel partido como una oportunidad única para conseguir un logro que en pretemporada se antojaba como una locura impensable. Al descanso ya ganábamos por 0-2, con dos goles de Yeray. Tremenda la bronca de Vicente Mir al término del primer tiempo como si estuviésemos haciendo un mal partido. En el minuto 70, 2-2 y a sufrir. El balón nos duraba poco, muy poco, pero lo defendimos y lo logramos.

Esa temporada solo fuimos líderes una jornada, la última, y es que lograr un ascenso cuesta y mucho. Con esto, vengo a darle valor a la importancia del partido de este domingo porque perder la categoría sería un varapalo tremendo y supondría un daño muy importante para la cantera franjiverde.

La trascendencia del partido la saben todos. Es un partido de vida o muerte en el que solo vale ganar y por mucho que diga la clasificación jugamos en casa, en nuestro estadio, y eso es un aliciente enorme que tiene que empujar al equipo a conseguir la victoria.

En este tipo de partidos no es necesario motivar a los jugadores de una forma especial. La plantilla ya sabe lo que se juega y tiene la oportunidad de seguir estando a un paso del primer equipo, de seguir siendo importante en un club como el Elche y de afrontar la temporada que viene con el objetivo de volver a pelear por los puestos de arriba. Más aún si la primera plantilla lograra el ascenso a Segunda División.

El descenso del primer equipo la temporada pasada provocó que la plantilla del filial se hiciera con menos presupuesto, que la gran base fuera el juvenil del año pasado, con chicos jóvenes con poca experiencia en Tercera División, pero que por condiciones pueden y deben estar más arriba en la tabla.

Los futbolistas desean vivir días como este, oler esa presión de partido importante, de todo o nada, de celebrar o de llorar, de ser protagonistas, de tener responsabilidad, de ver más gente en la grada de lo normal…

Todo eso va a suceder así que la permanencia se tiene que quedar en casa. ¡¡Vamos chavales!!