Clavado en un VAR
El periodista David Marín da a conocer su punto de vista sobre la situación por la que atraviesa el Elche CF
"Aquí me tiene bien clavado, soltando las penas en un VAR, brindando por su amor. Aquí me tiene abandonado, bebiendo tequila pa' olvidar y sacudirme así el dolor...".
Termina el Elche-Albacete y así estoy, en la barra del VAR. He perdido la cuenta de los tequilas, pero son muchos. La mitad por el arbitraje (horrendo) que acabo de visionar. La otra mitad por ver a un equipo que ha adolecido de una respuesta táctica convincente a una situación muy favorable como era la de jugar en superioridad numérica durante una hora de partido.
La épica. La testosterona. Los cojones. La furia. La intensidad. Siempre me ha parecido peligroso abusar de estos términos en el fútbol porque la mayoría de las veces se suelen presentar como una solución sencilla a un problema profundo. Y los problemas profundos no suelen tener solución sencilla, ni el fútbol ni en la vida.
Centrar la mirada en los árbitros sería el peor error en el que podría caer un Elche que siempre lo intenta, pero que pocas veces puede. Creo que nadie puede señalar al equipo por falta de interés o esfuerzo, lo cual añade un punto de preocupación al problema. Si así ocupan puestos de descenso, ¿qué pasaría si agacharan la cabeza?
Ahora mismo así se tiene que sentir el futbolista del Elche CF. Son muchos mazazos. Unas veces por el arbitraje, otras por la superioridad del rival, algunas por errores propios e impropios de la categoría en la que están. El peligro de verse desbordados está ahí y seguro que el cuerpo técnico tiene que lidiar con ello semana tras semana cuando los resultados no acompañan. La fortaleza mental, siempre clave en el deporte profesional.
"Dónde estás maldita. Dónde te has metido. Abre un poco el corazón y deja amarte, corazón. Ven y sácame de este VAR...".
Maldita pelota. Maldito fútbol. Nos llevaste a Primera y nos mandaste a Segunda B. Nos devolviste a Segunda y ahora no quieres entrar o no nos dejan que entre. ¿Hasta cuándo? Y, sobre todo, ¿por qué?
Mal haría el Elche en creer que todos sus problemas surgen de un complot Tebas-masónico-arbitral para mandarle otra vez a la cueva. Hay árbitros malos, como hay futbolistas malos o entrenadores malos. O, por ser más certeros: árbitros, futbolistas y entrenadores que tienen días malos.
Lo que más me preocupó de la derrota contra el Albacete fue el mal día de Pacheta con la pizarra, no sé si hastiado por el arbitraje. Tanto tiempo en superioridad numérica para lanzarse a los brazos de la acumulación de delanteros y los balones al área. Solución de tribunero, no de maestro.
"Estoy clavado, estoy herido. Estoy ahogado en un VAR. Desesperado en el olvido, amor. Estoy ahogado en un VAR...". Me disgusta ver, con resultados en contra, cuando un entrenador empieza a sacar delanteros del banquillo al terreno de juego, casi sin ton ni son. Me parece una forma de justificarse ante la posible derrota. Hay más vías para ganar a los equipos que se ordenan bien atrás, como hizo el Albacete de Ramis.
Así nos pasamos 45 minutos, viendo volar balones al área. Viendo entrar a Nino y a Benja junto a Sory para que, al final, casi todos los balones dentro del área le cayeran a Manuel Sánchez, a quien le faltó tirar un penalti a lo Panenka y ducharse antes del control antidoping para convertirse en Sergio Ramos, con un excesivo protagonismo en acciones de ataque.
"Aquí me tiene embriagado, llorando de rabia en un VAR. Brindando por su amor...". Ahí estaba Chuca, muy desaprovechado desde verano, bien sea por culpa propia o del entrenador. La realidad es que el Elche tiene pocas opciones en el mercado para hacerse con jugadores de esa calidad y, en caso de no aprovecharlos, el entrenador debe sentirse el primer responsable. A ver si hay tiempo para encontrar una solución.
Pasan las horas y no se va el cabreo. Es hora de quejarse, pero ni en eso el fútbol es como antes. Un tuit, un hashtag, un correo electrónico. Así, créanme, no vamos a ningún sitio, por muy noble que sea nuestro interés.
Más que nada porque el presidente de LaLiga escurrirá el bulto diciendo que los árbitros son tema de la Federación, si es que la carta o el email no van directamente a la basura o a la carpeta de Spam sin abrir. El único modo de dejar patente nuestra queja es conseguir crear un ambiente hostil e intimidatorio, que no violento, en los partidos de casa.
Unión entre la afición, aunque sea por cuestiones arbitrales. A ver si algo nos consigue unir de una vez. Mi temor es que no será así y, al próximo error arbitral, todos vayamos al móvil: un tuit y un hashtag que para el árbitro de turno no serán trending topic. Al menos hasta que llegue... el VAR.
"Muy desesperado, muy en el olvido... Estoy ahogado en un VAR".