La UMH de Elche se implica en un proyecto para la conservación de la Cerceta pardilla

El área de Ecología del departamento de Biología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche tiene prevista desarrollar a lo largo de este año un proyecto de investigación para la conservación de la Cerceta pardilla, que, según han destacado desde la institución académica, es “probablemente” la anátida más amenazada de Europa tras experimentar un fuerte declive de su población en los últimos años.

El proyecto está apoyado por el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad y el Servicio de Vida Silvestre de la Dirección General de Medio Natural de la Generalitat Valenciana.

Fuentes de la UMH han informado este miércoles que el estudio consistirá en el análisis de la información sobre el movimiento de los ejemplares, el seguimiento en campo de los individuos liberados, así como la evaluación de su supervivencia y su capacidad de reproducción.

Además, para analizar y evaluar el uso del espacio y los patrones de movimiento de las cerceta. Once ejemplares fueron equipados en 2018 con emisores satelitales de posicionamiento GPS, que permiten recibir información muy detallada sobre los movimientos a tiempo real y, con ello, desarrollar estrategias de conservación más eficientes.

Proyecto de cría en cautividad

Con el fin de revertir la situación de amenaza de la especie y ayudar a recuperar las poblaciones, en 2013 se inició un proyecto de reforzamiento poblacional mediante la liberación de individuos, procedentes de un programa de cría en cautividad, desarrollado en las instalaciones del Centro de Recuperación de Fauna ‘La Granja’ de El Saler en Valencia.

De este modo, en los últimos años se han liberado más de 250 ejemplares en la Comunitat Valenciana, principalmente en el Parque Natural de El Hondo Crevillent/Elche.

Una parte muy importante del proyecto es la evaluación del éxito del reforzamiento y, para ello, se realiza un seguimiento intensivo mediante marcajes individuales y monitoreo con cámaras trampas, lo que ha permitido constatar la capacidad de adaptarse a la vida en libertad e, incluso, su capacidad para reproducirse con éxito durante su primer año.

La Cerceta pardilla fue declarada en situación crítica en 2018 como consecuencia del fuerte declive poblacional registrado durante los últimos años.