EN HONOR A LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN

La Nit de l’Albà de Elche se iluminó anoche con 390 palmeras y 65.000 cohetes

La Palmera de la Virgen de la Asunción, formada por 1.300 cohetones, puso el colofón a un espectáculo pirotécnico único en el mundo en el que participan todos los ilicitanos y en el que se queman más de tres toneladas de pólvora en apenas 45 minutos

Monserrate Hernández / David Alberola

Elche | 14.08.2017 10:16

Fiel a la tradición, el cielo de Elche se iluminó anoche con motivo de la Nit de l’Albà, una de las tradiciones más esperadas del año por ilicitanas e ilicitanos. Cada de 13 agosto, la ciudad se contagia de un ambiente de pólvora, luz y sonido que encuentra su colofón, al filo de la medianoche, con el lanzamiento de la Palmera de la Virgen que se realiza desde el campanario de la Basílica de Santa María, escenario de las representaciones del Misteri d’Elx durante estas fechas.

Los técnicos de la empresa Pirotécnica Ferrández de Redován fueron, en esta ocasión, los encargados de desarrollar el lanzamiento programado y coordinado de la Nit de l’Albà, con cohetes encendidos desde 16 puntos repartidos por todo el conjunto de la ciudad. Desde una hora antes de la medianoche se dispararon unas 390 palmeras de fuegos artificiales, repartiendo unos 2.000 kilos de pólvora netos, y alrededor de 65.000 cohetes. A esa cifra se sumó, al menos, otra tonelada que se aporta al espectáculo pirotécnico desde calles, terrazas y balcones con cohetes, palmeras y fuegos de artificio.

Para encontrar el origen de la Nit de l’Albà hay que remontarse a la Edad Media, cuando las familias lanzaban un cohete como ofrenda a la Patrona de Elche, la Virgen de la Asunción, por cada hijo nacido durante el último año. La lluvia de fuego se sucede durante toda la noche hasta que las luces del centro urbano de Elche se apagan, los ilicitanos silencian la ciudad y se da paso al lanzamiento de la Palmera de la Virgen mientras suena, desde el interior de la Basílica, el Gloria Patri. La oscuridad de la noche precede al lanzamiento de la Palmera de la Virgen, que cada edición cuenta con unos 1.300 cohetones, capacidad máxima que permite la superficie de la azotea del campanario.

Cuando el cielo de la noche de Elche cobra color, la ciudad se impregna de la emoción que despierta esta tradición que se aguarda con paciencia y expectación para ver caer las lágrimas de fuego que descienden desde lo alto, al tiempo que suena la habanera popular Aromas Ilicitanos, que es coreada desde balcones y terrazas. Mientras tanto, una Virgen de fuego se ilumina en el campanario. La Nit de l’Albà da paso a la Carretillà, que durante las últimas ediciones se ha celebrado en el Hort del Monjo.