La Guardia Civil detiene a dos personas que se valían de vecinos de Elche sin recursos para crear empresas pantalla
También han sido arrestadas los cuatro ciudadanos que aparecen como administradores de esas empresas
La Guardia Civil de Alicante ha detenido a cuatro personas en Elche y dos en Madrid, con edades comprendidas entre 34 y 67 años, a los que se atribuye la creación de empresas pantalla para evitar ser relacionados con la falsificación de documentación y la manipulación de 15 vehículos de alta gama, con los que estafaron unos 90.000 euros.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Alicante y durante la misma se ha constatado que los detenidos valían de “indigentes sin domicilio conocido” a lo que pagaban 300 euros mensuales por convertirse en el administrador de empresas pantalla.
La denuncia presentada en Madrid por el comprador de un vehículo de ocasión relativa a que el mismo había sido manipulado inició la investigación. El denunciante aseguró que los vendedores del vehículo adujeron que habían adquirido el coche a una empresa de compraventa en Elche.
Cuando loa agentes analizaron los datos de la empresa ilicitana referida, vieron que el vehículo procedía de la importación, concretamente de una empresa de Portugal, que se dedicaba a la exportación de coches obtenidos en subastas de renting, realizadas en Madrid.
El problema con el que se encontró la Guardia Civil en ese momento, fue el de encontrar cuál era el punto, de entre todas las transacciones, en el que había sido manipulado dicho vehículo: Portugal, Elche o Madrid.
En la empresa portuguesa figuraba como administrador único un hombre español que, casualmente, había tenido domicilio en Elche, y al investigarlo se vio que este hombre era un indigente sin domicilio conocido, y que nada tenía que ver con el empleo de vendedor de coches, ni con Portugal, aunque a cambio recibía 300 euros mensuales por ser el administrador de una empresa.
Las pesquisas determinaron que un empresario madrileño, junto con su hermano, había creado un laberinto de empresas pantalla y una serie de documentación de exportación e importación falsificada para tratar de evitar que se relacionara directamente sus negocios con la estafa de unos 90.000 euros, gracias a la manipulación de los cuentakilómetros de hasta 15 vehículos de alta gama.
Las empresas pantalla fueron puestas a nombre de cuatro administradores únicos o testaferros, personas de pocos recursos residentes en Elche, que recibían unos 300 euros al mes por tenerlas puestas a su nombre.
Tras pasar a disposición judicial, los detenidos han quedado en libertad con cargos acusado de los delitos de estafa y de falsedad documental.