Elche es la quinta ciudad del país en la que más hipotecas se saldan con el seguro de vida
Así lo refleja un estudio de la Asociación Empresarial del Seguro con datos de fallecimientos acaecidos de junio de 2017 a mayo de 2018
Elche es la quinta ciudad del país en la que más hipotecas se saldan al año a través de la ejecución del seguro de vida de la misma. Así lo concluye un estudio realizado por Unespa, la Asociación Empresarial del Seguro, que recoge que el seguro de vida pagó 61.038 euros de media en Elche a los familiares del titular de la hipoteca fallecido.
El estudio, titulado ‘La fatalidad, en el peor momento. Prestaciones del seguro de vida relacionadas con hipotecas’, ha analizado fallecimientos acaecidos entre los 12 meses que van de junio de 2017 a mayo de 2018.
Según el informe, unas 6.500 familias (aseguradas y no aseguradas) se ven sometidas cada año a la situación de sufrir un fallecimiento o una enfermedad grave que compromete su capacidad para el abono del préstamo hipotecario, de las que 4.700 disfrutan de protección de seguro.
Según Unespa, en el conjunto del país se resuelven cada mes situaciones comprometidas por 14 millones de euros, siendo la prestación media que entrega la aseguradora por fallecimiento de 34.783 euros, si bien la muestra utilizada para el estudio incluye también casos en los que el seguro pagó más de 324.000 euros.
Además, en cuatro de cada diez casos, el fallecimiento del asegurado se produjo en los primeros cinco años de aseguramiento. Es decir, cuando prácticamente toda la deuda seguía pendiente.
En el conjunto de España, los seguros de vida con cobertura de fallecimiento saldan alrededor de 4.700 hipotecas cada año y las aseguradoras abonan unos 166 millones de euros para reequilibrar las situaciones familiares producidas por el fallecimiento prematuro e inesperado de la persona'.
El informe señala que en España hay 3,8 millones de personas hipotecadas que cuentan con un seguro de vida. La edad más habitual a la que perecen personas aseguradas con deudas pendientes son los 56 años. No obstante, los datos reunidos por el estudio muestran cómo tampoco son raros los fallecimientos a edades más tempranas. En concreto, una de cada cinco fallecidos asegurados tenía menos de 46 años. Además, en tres cuartas partes de los casos el difunto tenía menos de 60 años.