Francisco Mirón, Paco como él mismo nos pide que le llamemos, se integró en este grupo de voluntarios de Petrer, nada más conocer su trabajo. "Ayudar a que personas con movilidad reducida o invidentes puedan salir a la naturaleza y experimentar rutas de senderismo, me pareció una causa por la que merecía la pena trabajar". Así define sus primeros pasos en este colectivo que ahora quiere extender a Elche. Según cuenta en esta entrevista "es fácil, solo necesitamos voluntarios y alguna silla adaptada para montaña, pero la experiencia merece la pena".