INTERCAMBIO CULTURAL

Un bastón de la Dama hecho en Bali para apoyar a los palmereros

Julián Sanmartín entrega la pieza artesanal realizada en madera a la familia Serrano Valero Elche

Mayte Vilaseca

Elche |

Un bastón de la Dama hecho en Bali para apoyar a los palmereros | Julián Sanmartin

Julián Sanmartín, un ilicitano afincado en Bali desde hace años, ha entregado durante su reciente estancia en su ciudad natal un bastón de madera coronado con una reproducción de la Dama, hecho por artesanos de la isla indonesia, a la familia Serrano Valero, en reconocimiento a su larga dedicación al trabajo y comercio de la palma blanca, y en reconocimiento a la labor de las familias ilicitanas que conservan esta tradición. “Es una forma de agradecerles su dedicación al mantenimiento de esta seña de identidad del pueblo ilicitano y de apoyarles en este año tan difícil para ellos al suspenderse las celebraciones del Domingo de Ramos”, explica.

Sanmartín entregó el año pasado, durante otra estancia en la ciudad, los primeros cuatro bastones artesanales de la Dama, al arqueólogo Rafael Ramos Fernández, al fundador del Museo Escolar de Pusol, Fernando García Fontanet; al exmestre de Capella del Misteri, José Antonio Román, y al oftalmólogo Fernando Soler. Su intención es seguir entregando estos bastones únicos a personas que destaquen en su labor por engrandecer Elche. En esta ocasión ha elegido a la familia Serrano Valero por ser un referente entre los artesanos que cultivan, trabajan y venden la palma blanca, y que este año no han podido llevar a cabo esta actividad centenaria, a causa del estado de alarma por la pandemia del Covid-19.

La familia Serrano Valero está compuesta por Pascuala, Paquita, Pepe y Paco. José Serrano García cuidaba de las palmeras, las encaperuzaba, escarmondaba, entaconaba y recogía los datiles, mientras que la tía Pepica (Josefa), su hermana, es la que rizaba las palmas para venderlas. Pascuala aprendió de su tía a trabajar la palma a los 10 años y tanto le gustaba que un día vio un ramo en un balcón que llevaba una virgen y lo consiguió, aprendiendo ella misma a hacerlo de nuevo. A partir de ahí fue realizando distintos motivos en las palmas y se enseñó de otras mujeres que hacían puntillas a hacer adornos de palma, como bolitas, sardinitas, etc. A partir de que se podían guardar durante más tiempo los ramos, se aumentó la producción. Pascuala enseñó a todos sus hermanos y a las mujeres y maridos a trabajar las palmas. El Ayuntamiento de Elche encargaba a la familia la realización de los ramos para regalar al jefe del Estado, Franco, y a su familia, y después a los Reyes y a sus hijos. También se le enviaba al Papa y al obispo de Orihuela. Todas esas palmas han sido regaladas por el Ayuntamiento y se encargan a la familia Serrano Valero porque su elaboración es más fina y artesanal.

Los hijos de todos ellos también aprendieron a trabajar la palma blanca, pero la mayoría siguieron sus estudios y sólo hoy en día se dedican a la elaboración de la palma dos nietas de José Serrano, que son Conchi Rodrigo Serrano, hija de Pascuala, y Paqui Serrano Agulló, hija de Paco. Conchi es monitora del taller artesanal municipal creado por el Ayuntamiento de Elche, y enseña a trabajar la palma blanca para que no se pierda esta tradición. Paqui sigue con el negocio familiar. Pascuala tiene 92 años.

Julián Sanmartín ha repartido reproducciones de la Dama en varios países aprovechando sus viajes, y tras establecerse en Bali,artesanos locales realizaron una reproducción del busto íbero a tamaño natural, que pintaron con los vivos colores propios de su cultura y al que periódicamente hacen ofrendas de flores y frutos, como si de una diosa se tratara