La sección primera de la Audiencia de Castellón juzga a partir de este martes a nueve personas, dos de ellos Guardias Civiles, acusados de participar en un plan para introducir una partida de 2.000 kilogramos de hachís repartidos en 70 fardos a través del Puerto de Burriana.
Los hechos ocurrieron el 17 de junio de 2015 cuando parte de los procesados acudieron en una embarcación a un punto en alta mar donde se produjo la descarga de la droga desde una lancha semirrígida, e iniciaron el regreso a Burriana.
Los guardias, que ejercían sus funciones en la Patrulla Fiscal de la Compañía de Burriana, tenían como misión la vigilancia del Puerto para garantizar la descarga de la droga y dificultar la localización del cargamento por parte de otras patrullas de la Guardia Civil.
La Fiscalía solicita para los procesados penas que oscilan entre los tres años y medio y los cuatro años y medio por un delito de pertenencia a grupo criminal y dos delitos de tráfico de drogas