CONTAMINACIÓN

Gecen denuncia que después de la borrasca 'Gloria', la basura se devuelva al mar en las playas de Castellón

El concejal de Transición Ecológica en el Ayuntamiento de Castellón, Fernando Navarro, se excusa en que se trata de un mal entendido entre las partes implicadas. “Sus directrices no eran esas” asegura en los micrófonos de Onda Cero.

ondacero.es

Castellón | 07.02.2020 14:16 (Publicado 07.02.2020 14:14)

Radiografia de la basura marina en aguas espanolas
Radiografia de la basura marina en aguas espanolas | Sinc

El grupo ecologista GECEN muestra su indignación y pide que el Ayuntamiento de Castellón actúe con urgencia. La organización denuncia la aparición de basura y plásticos en las playas castellonenses y aseguran que "es una gran barbaridad". Es el sorprendente resultado de los trabajos de limpieza de la costa, tras el paso de la borrasca Gloria.

Y es que las máquinas que están realizando estas actuaciones actúan de la siguiente forma: recogen las algas acumuladas a primera línea; se meten en el mar; y las tiran de nuevo al agua.

Pues bien, GECEN denuncia que con ellas, con las algas, también se arrastran miles de plásticos y restos de basura. Lo explicaba en Más de Uno Castellón su portavoz, Paco González.

También denuncia que, precisamente, las máquinas que están realizando esos trabajadores están contratadas por el Ayuntamiento. Por eso piden al consistorio que se de un paso al frente y se actúe para solventar este problema.

Asegura que el ejecutivo local debe afrontar y tratar este tema con seriedad ya que supone "un impacto directo en la salud pública".

Frente a esta situación, el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, se excusa en que se trata de un mal entendido entre las partes implicadas. “Sus directrices no eran esas” asegura en los micrófonos de Onda Cero el responsable del área.

La orden era, dice Navarro, dejar las algas en la orilla. Así si las arrastra el mismo mar, volverían al agua; y si se secan, se llevarían a la planta de reciclaje. Mal entendido, o falta de comunicación, que ha propiciado la reacción y la indignación de los grupos ecologistas de la ciudad