Los farmacéuticos protestan ante la falta de muchos medicamentos. Hay carencias de fármacos para tratamientos psiquiátricos, oncológicos, llegan a faltar incluso antibióticos como amoxicilina.
Proponen una solución: tener línea directa con atención primaria a través de la receta electrónica para sustituir fármacos en los casos en los que se pueda. Esto evitará al paciente volver de nuevo al médico de cabecera y reduciría las colas en los consultorios, como ha reclamado la presidenta del colegio de farmacéuticos de Castellón, Rosa Arnau.
El problema de fondo, es que España paga a los laboratorios uno de los precios más bajos de medicamentos, por lo que las distribuidoras priorizan la distribución a otros países donde obtienen más beneficios.