La multinacional invertirá alrededor de 80 millones de euros en la parada programada de la refinería que inició el pasado 16 de octubre y que tendrá una duración estimada de 44 días, desde el cese de la producción a su reinicio. Durante la misma, se actuará en la totalidad de las unidades y se revisarán en torno a 600 equipos de proceso. El objetivo de este macro proyecto es inspeccionar y realizar mejoras de la instalación que garanticen la excelencia operativa de la planta en el siguiente ciclo de refinería, así como introducir los últimos avances tecnológicos para incrementar la eficiencia de los procesos y la mejora continua en materia de seguridad y protección del medio ambiente.
Para llevar a cabo esta revisión exhaustiva de la planta, en la parada trabajarán un promedio de 3.000 profesionales cada día, tanto de la plantilla de la refinería como de empresas contratistas, aunque están previstas puntas de trabajo de más de 3.700 operarios. Para ello, BP ha contratado a más de 150 empresas auxiliares, la gran mayoría de implantación nacional y con centro de trabajo en Castellón.
El empleo generado por ambos proyectos se sitúa en torno a 2,5 millones de horashombre adicionales a la actividad normal de la compañía.
El director de la refinería de BP en Castellón, José Luis García Galera, ha anunciado que “el futuro de la energía también es verde y BP camina hacia un futuro energético sostenible”. Para ello, la compañía ya está apostando por productos de bajo contenido en carbono, incluyendo el gas natural y las energías renovables, buscando la eficiencia energética y apoyando la investigación.