Varios centros de la provincia de Castellón han sido víctimas de contagios por coronavirus entre el personal sanitario. Es el caso de Rafalafena, donde tal y como ha confirmado la propia Generalitat, ya ha tenido que actuar la Unidad Militar de Emergencias para desinfectarlo y poder mantener abierta la atención de urgencias y las llamadas telefónicas.
Hay que desatacar que estos son los únicos servicios que prestan los centros sanitarios después de que el Gobierno decretase el estado de alarma. Las citas programadas y no urgentes en todos los centros y consultorios están suspendidas hasta que se vuelva a la normalidad.
Además, de esto, el sindicato CSIF denuncia también el cierre del consultorio auxiliar del Grao de Castellón, por estar a la espera de pruebas 4 médicos y 3 enfermeros pendientes de confirmación por coronavirus. Sí ha dado ya positivo una doctora de este Centro de Salud.
Además, están en duda las funciones que podrán realizar los centros de Pintor Sorolla, donde hay un positivo confirmado, El centro de San Agustín y el consultorio de Borriol, este último con un médico en cuarentena y pendientes del resultado del test.
También en la Vall d'Uixó se ha contagiado un doctor y en La Plana de Vila-real, hay dos médicos de Atención Primaria que han dado positivo.
Ante esta situación, el sindicato de la Central Sindical Independiente de Funcionarios denuncia una mala gestión ante la protección del personal sanitario. El portavoz en sanidad de CSIF, Vicente Navarro, asegura que la situación actual se podría haber evitado de haber hecho caso a las instrucciones de la Organización Mundial de la Salud y destaca que los centros se colapsan con muchos enfermos y también, si hay que prescindir de su personal.
El sindicato insiste que ya avisó en enero de que Conselleria debía dotar de medios y personal a los hospitales al ver lo que sucedía en China. Por eso, acusan al gobierno de no haber actuado a tiempo.