La citricultura de Castellón se ha mostrado "a la greña" con Europa ante el anuncio de la comisaria europea de seguridad alimentaria, que comunicó ayer, públicamente, su intención de prohibir los plaguicidas que no sean naturales.
Los agricultores piden que las políticas de reducción de fitosanitarios se lleven a cabo de forma más progresiva y siempre que exista un recambio viable. Según Carles Peris, delegado de la Unió de Llauradors i Ramaders en la Comunitat Valenciana, este giro en la política europea solo agravará la lucha contra las plagas.
Por otra parte, los citricultores denuncian que mientras Europa hace políticas verdes, sigue sin poner e marcha mecanismos firmes contra la entrada de cítricos de terceros países que utilizan plaguicidas no permitidos en la Unión Europea y que suponen una competencia desleal para el sector valenciano.