Castellón contará con tres rutas ciclistas protegidas para incrementar la seguridad de los usuarios de los vehículos de dos ruedas
Las rutas están incluidas en el Plan de Actuación de la DGT con el objetivo de aumentar la seguridad vial de todos los usuarios fomentando la convivencia
El subdelegado del Gobierno en Castellón, David Barelles, ha anunciado que la provincia de Castellón contará con tres rutas ciclistas protegidas para incrementar la seguridad de los usuarios de los vehículos de dos ruedas en los tramos que se han detectado como más conflictivos, siendo 138 rutas las que se van a poner en el conjunto de España, tal y como ya ha anunciado el director general de Tráfico, Gregorio Serrano.
Barelles ha explicado que son medidas incluidas dentro del Plan de Actuación de la DGT para la protección de este colectivo con el objetivo de “proteger a los miles de usuarios de bicicleta que salen principalmente los fines de semana a practicar ciclismo, de modo que dispongan de rutas especialmente vigiladas”.
La selección de estas Rutas Ciclistas Protegidas se ha realizado en colaboración con otras administraciones, instituciones y asociaciones ciclistas que, durante meses, han estado trabajando para reforzar la seguridad de los ciclistas en carretera.
En el caso de las comarcas castellonenses, se trata de tres carreteras, todas de titularidad autonómica. En la zona norte se implantará la ruta en la CV-135, en el tramo que está comprendido entre el enlace con la N-340 y la intersección de la CV-10, un segmento de 19,500 kilómetros. La segunda ruta, la que está enmarcada en la zona centro de la provincia, está en la CV-190, en el tramo que va desde el punto kilómetrico 7 hasta el 29,5, y que abarca las poblaciones de l’Alcora, Figueroles, Lucena y el Puerto Remolcador. La tercera ruta, la sur, está comprendida por tres tramos que afectan a tres carreteras: es el que parte de la CV-223, en el arranque con la CV-10, hacia Artana y Eslida, para luego cambiar a la CV-219, discurriendo por Chóvar, y finalmente pasa a la CV-230 hasta la Vall d’Uixó. En total, unos 30 kilómetros.
Las medidas especiales de seguridad en la primera y la tercera se aplicarán durante todo el año, los sábados y días festivos, que son los de mayor registro de ciclistas, desde las 8.00 horas hasta las 20.00 horas, mientras que la segunda se implantará entre abril y noviembre, en los mismos días de la semana y el mismo horario.
Entre las medidas que se van a poner en marcha en las tres rutas ciclistas protegidas se incluyen algunas como señaes específicas para identificar que se trata de una ruta ciclista protegida y de calmado del tráfico, lo que implicará una disminución temporal del límite máximo de velocidad en 20 kilómetros/hora por debajo de lo marcado durante el periodo convencional. También se intensificará la vigilancia presencial de agentes de tráfico, que velarán especialmente por el cumplimiento de las normas de seguridad relativas a la distancia lateral en el adelantamiento a ciclistas, velocidad inadecuada o maniobras antirreglamentarias.
Además, habrá controles preventivos de alcohol y otras drogas en estas rutas seleccionadas, así como en sus vías de acceso, y las patrullas de helicópteros de la DGT incluirán dichas rutas ciclistas protegidas en sus labores de vigilancia. Por otro lado, a través de las jefaturas provinciales se solicitará la colaboración activa de las policías locales para mejorar la seguridad en estas rutas.
En el año 2016 se produjeron 56 accidentes con víctimas en los que se vieron implicados usuarios que viajaban en bicicletas, con el resultado de un fallecido. En el año 2017, y hasta el 21 de junio, se han producido 28 accidentes con víctimas, con el resultado de 1 fallecido, 4 hospitalizados y 26 heridos leves. Los ciclistas son especialmente débiles en los accidentes de tráfico con vehículos a motor implicados y es por ello que se están tomando medidas.