La Audiencia de Castellón ha condenado a 18 años de prisión al último joven acusado de matar a Maikel Navarro. La sentencia le declara autor de un delito de asesinato y de un delito leve de hurto, por el que le condenan a pagar 360 euros.
La Audiencia considera probado que el acusado se concertó con otros dos menores ya juzgados y condenados por los mismos hechos, para causar la muerte de la víctima el 6 de enero de 2017.
“Tras fingir durante un tiempo un ambiente distendido en el curso del cual consumieron marihuana, cocaína y alcohol”, según recoge la resolución judicial, “consiguieron que bajase al garaje de la casa” y mientras la víctima se encontraba distraída y de espaldas le asestaron un fuerte hachazo en la cara al que siguieron otros once. Con posterioridad, cavaron un hoyo en un huerto existente en las inmediaciones y enterraron su cadáver.
La sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat, establece que el acusado “desplegó un comportamiento agresivo” y no dio oportunidad alguna a la defensa de la víctima, a quien también sustrajo dinero, sustancias estupefacientes, un teléfono móvil, alguna joya y una bicicleta tras su muerte.