La actuación de la Benemérita se inició a instancia de la Fiscalía de Castellón a raíz de la aparición, en distintas viviendas particulares y un núcleo zoológico de la provincia, de cinco ejemplares de búho real (Bubo bubo) y uno de águila harris (Parabuteo unicinctus) anillados con los códigos de una empresa dedicada a los trabajos de cetrería en aeropuertos de distintas provincias y a la realización de espectáculos de vuelo y exhibición de aves rapaces.
Las aves que se localizaron carecían de la documentación legal según el convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), procediéndose a su intervención y posterior traslado a un centro de recuperación de aves rapaces.
Con motivo de tal intervención, el Juzgado de Instrucción número 3 de Vinaròs solicitó las inspecciones correspondientes tanto del centro de cría de las aves rapaces así como de las instalaciones que dispone la empresa para exhibiciones de dichos ejemplares y las instalaciones de los aviarios de distintos aeropuertos a nivel nacional. Por ese motivo la Guardia Civil inició la 'Operación Crisálida' para el esclarecimiento de estos hechos, detalla este cuerpo de seguridad en un comunicado.
En el transcurso de las inspecciones llevadas a cabo por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) pudieron detectar que muchos de los ejemplares que tiene el imputado en sus instalaciones se encuentran sin documentación legal según el Convenio CITES.
Asimismo, observaron ejemplares sin marcajes, otros tenían las anillas abiertas (con posibilidad de intercambiarla entre distintos ejemplares) o estaban sin microchip, incumpliendo la normativa sobre cría de estas especies animales en cautividad que marca el citado Convenio.
Los guardias civiles localizaron ejemplares que, documentalmente tienen más de 20 años, cuando en realidad tienen características morfológicas de animales jóvenes habiéndose podido usar anillas o chips de otros animales de las instalaciones, legalmente documentados, que ya habían fallecido.
En cuanto a la documentación de centro de cría y núcleo zoológico, las instalaciones inspeccionadas por la Guardia Civil carecían de dichas autorizaciones, así como se localizó diversa documentación relacionada con la cría de dichos animales y los documentos de cesión de los mismos que se encontraban falsificados o firmados en blanco por veterinarios para poder modificar el resto de datos de los mismos en cualquier momento.