El informe titulado: "La economía sumergida. El avance del fraude durante la crisis". Ha sido elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, y está dirigido por el profesor de la Universidad Rovira i Virgili, Jordi Sardà revela que el peso de la Comunitat Valencianas en el fraude nacional, que alcanza el 10,2 por ciento, es mayor que el de su economía, que acapara el 9,5 por ciento del PIB español.ç
En el análisis de los datos nacionales, el informe revela que la actividad económica en negro aumentó de media unos 10.000 millones de euros anuales desde el inicio de la crisis en 2008, cuando la tasa de economía sumergida se situó en el 17, 8 por ciento del PIB.
Sin embargo, según el documento, el año siguiente, considerado el momento más duro de la recesión, el dinero oculto se disparó en más de 27.000 millones de euros, tanto como los dos ejercicios siguientes juntos.
Este importante incremento se debió en gran medida al efecto del boom inmobiliario, ya que en los años previos se logró crear una gran dependencia de la economía española y valenciana, muy ligada a este sector y fue imposible de atajarlo en los primeros momentos de la crisis económica y financiera.
Otras causas en el aumento del fraude fueron el repunte del paro, la tasa de desempleo se triplicó hasta el 26 por ciento de la población activa a finales de 2012, las subidas de impuestos que no fueron acompañadas por un eficiente control tributario y la multiplicación de casos de corrupción política y empresarial.
A ello se unió también, según los expertos, el masivo uso de billetes de 500 en el país, que representa el 73,7 por ciento del efectivo en circulación y el 14 por ciento del valor de todos los billetes de 500 que se manejan en la zona euro y que son el instrumento preferido de los defraudadores para saldar operaciones al margen del fisco.