Los cambios de técnico durante una temporada conllevan novedades en las plantillas. Variaciones en los roles y nuevas oportunidades para futbolistas que contaban poco para los anteriores técnicos y que ven como se les abre una nueva puerta. Y ese es el caso de Manu Trigueros, quien ve de nuevo la luz con la llegada de Pacheta al banquillo de La Cerámica.
El centrocampista ha participado de los dos últimos partidos del conjunto castellonense después de no haber contando todavía con oportunidades esta temporada. Si en Atenas fue titular ante el Panathinaikos, este pasado fin de semana ingresó al terreno de juego en el minuto 56 del partido ante el Rayo Vallecano: "Siempre lo he dicho. Llevo muchos años en el Villarreal y una muy buena media de partidos. Es verdad que Setién no me daba mucha confianza y en el fútbol tengo que asumirlo de la mejor manera posible. Siempre con una sonrisa en la boca que hace que la mente siempre esté bien y fuerte", aseguraba tras el duelo en Vallecas.
El futbolista del Villarreal se refirió también al duelo que este próximo miércoles su equipo afrontará ante un enrachado Girona: "Llegan con la flechita para arriba, están muy bien. Llevan varias temporadas trabajando bien y va a ser un partido complicado, una gran prueba para nosotros".
Lo cierto es que el talaverano ha sido siempre un ejemplo de regularidad durante la década que ha formado parte del primer equipo amarillo. Lo constata el hecho de haberse convertido en el futbolista con más partidos en la historia del conjunto castellonense. Y es que desde que debutara en la campaña 12/13, nunca ha participado de menos de 30 partidos oficiales en ninguna campaña.
El jugador llegó a plantearse su salida del equipo en la recta final del mercado estival, visto que no contaba con oportunidades con Setién en el banquillo. Incluso lo verbalizó públicamente en una rueda de prensa. Pero la falta de ofertas atractivas le hicieron permanecer en Vila-real y, el cambio en el banquillo, abrirle una puerta que hasta el momento parecía cerrada