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La pérdida de Gibraltar

Como sabes, durante estos días se ha cerrado un capítulo importante en el Brexit, que significa la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Pero sobre la mesa quedan flecos importantes, como la pérdida de Gibraltar y la aspiración española a recobrar aquel territorio. Si te parece, esta semana aprovecharemos para conocer un poco de nuestra historia.

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Castellón |

Navio de permiso y asiento de negros | ondacero.es

Te sitúo: A principios de 1700, cuando fallece Carlos II, llamado ‘el hechizado’, la sucesión al trono de España se planteó como un problema mundial, porque se ponían en juego los equilibrios de poderes de Europa y, de Europa sobre el resto de los territorios que dominaban.

Y se plantearon dos candidatos: el Archiduque Carlos, de Austria, apoyado por los ingleses, germanos, austríacos y holandeses y Felipe de Borbón, nieto del rey de Francia, que dominaba Europa en aquellos momentos.

Y el tablero de juego de aquella guerra internacional fue España. ¡Y lo peor de todo!, es que aquella maldita guerra internacional provocó una Guerra Civil en España en la que ganaron todos, menos los españoles.

Durante aquella guerra de sucesión uno de los puntos en conflicto fue Gibraltar. Los ingleses habían ansiado desde hacía muchos años conquistar aquel peñón por cuestiones estratégicas. Pero hasta entonces no se habían atrevido a acatar a España.

Con la escusa de defender los derechos del archiduque Carlos de Austria, El 1 de agosto de 1704 una flota anglo holandesa de 55 navíos, al mando del Almirante George Rooke se apostó frente a Gibraltar para su conquista. Gibraltar era fiel a Felipe de Borbón. En Gibraltar la población era de 5.000 habitantes, apenas tenían 100 soldados y 100 cañones inservibles, la mayoría de ellos no funcionaban. Aún así la ciudad resistió varios días antes del bombardeo naval, cinco horas en las que 1.500 cañones efectuaron 30.000 disparos. Gibraltar se rindió y la mayor parte de sus habitantes huyeron a otros territorios. Solo quedaron 70 personas tras la toma de la ciudad.

Tras la conquista, el almirante inglés se olvidó de los derechos del archiduque Carlos y de sus socios holandeses e izó la bandera inglesa como un regalo a su reina Ana.

Esta conquista fue calificada como un acto de piratería, pese a que el dominio inglés fue oficializado con el tratado de Utrech años después.