La leyenda amarga del Cutty Sark
El Cutty Sark tenía un toque de magia hasta en el nombre.
Era un barco precioso e increíble… pero con una fortuna un tanto amarga…
Para empezar, en una de sus carreras del té, en 1872, apenas tres años después de ser fletado, perdió el timón durante la travesía. Pero lejos de retirarse o meterse en un puerto para reparar, el capitán improvisó un timón de fortuna y continuó el viaje.
Lógicamente el Cutty Sark llegó a Londres mucho más tarde que los otros barcos… perdió la carrera, pero su capitán fue felicitado por su proeza, . El Cutty Sark ya tenía leyenda
Otro de los problemas del Cutty Sark, tiene que ver con el año de su construcción. Y es que a finales del XIX se inauguraba el Canal de Suez, los Clippers ya no eran insustituibles ni la única forma de llegar a los puertos comerciales… con el Canal había rutas más cortas y más baratas, utilizando cargueros de carbón.
El Velero de las grandes travesías fue destinado entonces al comercio de lana con Australia.Cuentan que durante estas travesías consiguió su mejor marca, llegó a cubrir 360 millas náuticas, o dicho de otro modo, casi 667 kilómetros en apenas 24 horas.
Los ingleses, y posiblemente otros marinos del globo también, dicen que cambiarle el nombre a un barco da mala suerte…Y en este caso, se puede decir que fue así.
El Cutty Sark fue vendido a una naviera portuguesa, en 1892, y pasó a denominarse Ferreira. En 1895, fue reconvertido en Goleta, y rebautizado como Maria do Amparo… Y en 1922 fue comprado por un capitán inglés que recuperó su forma original y su nombre. Siguió navegando hasta 1945, en que se llevó a Greenwich y se quedó en dique seco. El barco se deterioró y en 1907 fue paso de un incendio. La bruja de camisa corta no pudo volver a danzar en el mar, y una vez restaurado funciona como museo…
Pero… en honor al barco y a su envergadura, hubo una marca de wisky que se hizo famosa con su nombre y la imagen del barco en su etiqueta….
De alguna forma… el Cutty Sark sigue, no se si navegando, pero mareando seguro.