Los horóscopos y el zodiaco
Durante miles de años los hombres han mirado al cielo para poder orientarse en la tierra, para poder conocer cual era su destino, que les deparaba el futuro o qué características tenían por nacer uno u otro día del año.
Aunque, en sentido general esta teoría está muy desprestigiada por los científicos, lo cierto es que no hacemos sino cumplir con las pautas de una cultura que imperaba hasta bien entrado el siglo XVII.
Se basa en la astrología, el estudio de los astros, del cielo, y aquellas teorías que situaban a la tierra en el centro del universo y que pensaban que 'aquí en la tierra como en el cielo', la posición del sol, la luna y los planetas influían directamente sobre lo que acontecía en la tierra.
Si se miras el cielo, por la noche, observarás que las estrellas se mueven… o eso es lo que pensaban los antiguos, aunque en realidad, los que nos movemos somos nosotros por la rotación de la tierra. Pero lo cierto es que las estrellas modifican su posición en el cielo que vemos.
En Astronomía, el término zodiaco viene del griego y significa ‘rueda de animales’, basada en una banda celeste de 18 grados de ancho. En Astrología, el zodiaco está basado en la división de doce partes iguales de la banda celeste en la que se cruzan las trayectorias del sol, la luna y los planetas. Son los signos del zodiaco.
Los babilonios y griegos estudiaban ese cielo dividido en doce partes, bautizadas con el nombre de las constelaciones que se veían en cada uno de los periodos. Y no será tanta tontería, porque los chinos, que son una cultura muy diferente a la nuestra, también tenían su propio zodiaco, aunque diferente al nuestro.
Las doce constelaciones o signos del zodiaco según nuestra cultura son: Aries, Tauro, géminis, Cáncer, leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
En la edad media, los médicos se formaban en astronomía y astrología, y antes de diagnosticar a un paciente le trazaban la carta astral.
En la actualidad, la polémica de lo que hay de verdad y de mentira en la influencia de los astros sobre nuestra forma de ser, no está completamente resuelta y hay quien recurre al zodiaco para otras ciencias esotéricas en las que afirman que nos pueden predecir el futuro.
En la navegación las constelaciones también eran importantes, y dado que los navegantes también eran supersticiosos, la observación del cielo se utilizaba para orientarse por la noche, pero también para establecer si el viaje tenia buenos o malos augurios en función de la posición de los astros.