Y lo cierto es que no era una temporada sencilla la que le esperaba al Villarreal B. El filial amarillo afrontaba una campaña en un nueva categoría plagada de equipos de un importante potencial, con nombres históricos y con muchos ex incluso de la primera categoría del fútbol nacional.
Pese a las apreturas clasificatorias de las últimas jornadas y del arreón final de un Málaga que se resistió al descenso, los pupilos de Miguel Álvarez fueron capaces de mantener el tipo en la hora de la verdad. De esta forma la victoria en la anterior jornada ante el Sporting significó un paso prácticamente definitivo que sellaron definitivamente en el feudo del equipo que llegaba líder a esta jornada: la UD Las Palmas.
Tras sufrir durante los 20 primeros minutos en el estadio gran canario y ante cerca de 30 mil espectadores dispuestos a llevar en volandas a un equipo que se juega el ascenso a Primera, el filial fue capaz de contrarrestar el empuje canario y nivelar el partido. Un tanto anulado por fuera de juego de Niño impidió mantener la igualada por lo que llegaron con desventaja al descanso tras el gol del local Sandro.
En la segunda el filial tiró de carácter y no se achicó ante un gigante de la categoría para buscar una merecida igualada. Fueron a por el rival y tuvieron el premio a la valentía gracias a un tanto de cabeza del senegalés Mbacke. Quedaban pocos minutos para el final y los castellonenses fueron capaces de mantener ese punto como lo que realmente valía: oro en paño. El premio será seguir disfrutando de la categoría de plata del fútbol español