En un primer momento, la Guardia Civil de Peñíscola se percató de que en un locutorio de Vinaròs se estaba vendiendo irregularmente tarjetas de telefonía móvil. Sabido esto, el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Vinaròs puso en marcha la operación "Mariachi".
Esta operación destapó un entramado de personas encargadas de falsificar la documentación necesaria para dar de alta líneas a nombre de personas y empresas que desconocían lo que se estaba haciendo con sus datos.
Antes de la detención se hicieron contrato a cerca de 500 líneas, viéndose afectadas unas 20 empresas y 15 particulares. Con estas líneas se consiguieron móviles de gama alta, ordenadores portátiles y módems usb, que estaban destinados a la reventa.
Las compañías telefónicas también se consideran afectadas, así que pondrán una acusación particular como victimas de la estafa, que entre terminales, componentes informáticos y facturas impagadas supera los 500.000 Euros.
La Guardia Civil no ha clausurado la operación, así que espera nuevas detenciones en breve.