La campaña citrícola que acaba de comenzar en la comarca de la Ribera va a registrar una reducción de la producción, la más importante de los últimos 10 años.
Un aforo que, aunque no va a provocar un desabastecimiento de los mercados, sí que se tiene que traducir en un aumento de los precios que haga que el agricultor pueda recuperar los costes de producción y mejorar su rentabilidad.
Así lo han puesto de manifiesto las dos principales organizaciones agrarias, AVA y La Unió de Llauradors. Ambas apuntan a que se debe de luchar para conseguir un precio en origen justo.
Según el Ministerio de Agricultura, el aforo de cítricos para esta campaña de 2022 no será superior a los 3 millones de toneladas en la Comunitat Valenciana.