El Ayuntamiento de Carcaixent se ha visto obligado a instalar cámaras de vigilancia en algunos puntos de la localidad donde se concentran los contenedores de residuos ante el incivismo de algunas personas. Y es que solo en un día el consistorio ha tenido que retirar 15 mil kilos de basura.
El alcalde, Paco Salom, ha lamentado que se haya tenido que llegar a este punto ante la falta de civismo. El principal objetivo de la instalación de las cámaras de vigilancia, según el alcalde, es el de controlar las malas prácticas, identificar las personas causantes y sancionar las infracciones por vertidos incontrolados.
Desde hace meses el ayuntamiento de Carcaixent se ha visto obligado a aumentar las tareas de limpieza por parte de la Empresa municipal Procarsa, la empresa concesionaria del servicio de recogida de residuos y las empresas de retirada de residuos contratadas. Unos trabajos que representan un gasto extraordinario que pagan todos los vecinos por culpa de las malas prácticas de una minoría.