BOTÍN DE 200.000 EUROS

La Guardia Civil detiene a 22 personas por extorsionar 200.000 euros a usuarios de páginas de contactos sexuales en Valencia, Alicante y Barcelona

Durante las pesquisas descubrieron que la misma mujer ofrecía, en el mismo día, servicios sexuales en diferentes ciudades separadas por 500 kilómetros

Isabel Egido

Alicante | 26.10.2023 11:17

Vehículo de la Guardia Civil en una imagen de archivo
Vehículo de la Guardia Civil en una imagen de archivo | OC

La Guardia Civil ha detenido a 22 personas en Valencia, Alicante y Barcelona por extorsionar a clientes de páginas web de contactos sexuales. Amenazaban a los usuarios con publicar que eran clientes de estos portales o incluso con agredirlos si no les traspasaban dinero. Se hicieron así con un botín de 200.000 euros, ya que obligaban a cada víctima a pagar cantidades que rondaban los 3000 euros para no hacer pública esta información.

La banda estaba instalada en Badalona (Barcelona), y estaba dirigida por cuatro de sus miembros con altos conocimientos informáticos, encargados de la captación de potenciales 'clientes'. Las extorsiones se llevaban a cabo vía mensajes instantáneos por medio de los cuales se les obligaba, incluso, en varias ocasiones a pagar bajo amenaza de su integridad física.

Los investigadores descubrieron la existencia de más de 3200 de anuncios con los que la organización ofrecía servicios sexuales. En algún caso, la misma mujer ofrecía, en el mismo día, servicios sexuales en diferentes ciudades a 500 kilómetros una de otra.

Una vez se producía el contacto entre cliente y la organización, ponían en marcha la extorsión. Para poder gestionar los beneficios que obtenían, contaban con un grupo de intermediarios logístico-económicos. Estos tenían como labor la apertura de cuentas bancarias, contratación de líneas telefónicas y traspaso de dinero entre miembros de la organización mediante pequeñas transacciones.

También contaban, en esta banda, con otro grupo de personas facilitaban los teléfonos móviles (hasta 500 terminales localizados), así como las tarjetas SIM y otros medios tecnológicos imprescindibles para consumar la actividad criminal.