El Ayuntamiento de Alicante ha puesto en marcha la campaña tratamiento para el control de las larvas de los mosquitos, que se extenderá hasta finalizar el verano.
Los operarios están fumigando los humedales de Aguamarga, así como los barrancos del Juncaret y Orgegia, además de aplicar el tratamiento contra las larvas en los imbornales de recogida de aguas de las calles, plazas y las playas de la ciudad.
El concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, ha explicado que los tratamientos de fumigación se realizarán entre dos y tres días a la semana desde ahora y hasta el final del verano en todos los espacios con aguas estancadas como los humedales de Aguamarga y Urbanova desde el límite con El Altet hasta la planta desaladora, o el barranco del Juncaret y Orgegia, desde las inmediaciones de la planta depuradora hasta la desembocadura en la playa de la Albufereta, entre otros”.
El tratamiento contra los mosquitos también se realiza en las calles y plazas de la ciudad y las playas aplicado a los imbornales donde se puede embalsar agua y ser focos propicios para el desarrollo de larvas. Los operarios de la empresa, Lokímica, concesionaria que gestiona el servicio a través de la Mancomunidad de l’Alacantí, aplican estos tratamientos contra los mosquitos en los imbornales, al tiempo que combaten la aparición de plagas de cucarachas y roedores a través de las trapas del alcantarillado.
Antes de Semana Santa
Manuel Villar ha explicado que “esta actuación se ha programado para prevenir la aparición de los mosquitos antes de las vacaciones de la Semana Santa ante el aumento de las temperaturas y el inicio de la temporada de baños, de forma que los tratamientos se realizarán de forma continua todas las semanas hasta finalizar el verano”.
Estos tratamientos combaten la aparición y desarrollo tanto de las larvas del mosquito común como del mosquito tigre, que se desarrollan con mayor profusión con el aumento de las temperaturas durante la primavera y el verano en espacios con aguas estancadas como los humedales, barrancos e imbornales, no así en cauces con aguas limpias en continuo movimiento.
A este respecto, Manuel Villar, ha comentado “la necesidad de que tanto a nivel privado como de comunidades vecinales se evite en la medida de los posible mantener aguas estancadas producidas por el riego de plantas y arbolado o por baldeos porque se generan las condiciones propicias para el desarrollo de las larvas y la aparición de los molestos mosquitos”